La línea puede definirse también como un punto en movimiento o como la historia del movimiento de un punto, pues cuando hacemos una marca continua o una línea, lo conseguimos colocando un marcador puntual sobre una superficie y moviéndolo a lo largo de una determinada trayectoria, de manera que la marca quede registrada.
En las artes visuales, la línea; a causa de su naturaleza, tiene una enorme energía. Nunca es estática; es infatigable y el elemento visual por excelencia del boceto.
Siempre que se emplea, la línea es el instrumento esencial de la previsualización, el medio de presentar en forma palpable aquello que todavía existe solamente en la imaginación. Por ello es enormemente útil su proceso visual. Su fluida cualidad lineal contribuye a la libertad de la experimentación.
A pesar de lo anterior, la línea es precisa, tiene dirección y un propósito, va a algún sitio, cumple algo definido. Por eso la línea puede ser rigurosa y técnica, y servir como elemento primordial en los diagramas de construcción mecánica y la arquitectura.
La línea, es entonces, el medio indispensable para visualizar lo que no puede verse, lo que no existe salvo la imaginación.
En el arte, la línea es el elemento esencial del dibujo, que es un sistema de notación que no representa otra cosa simbólicamente, sino que encierra la información visual reduciéndola a un estado en el que se ha prescindido de toda la información superficial y sólo queda lo esencial.
La línea puede ser muy inflexible e indisciplinada, como en los bocetos, para aprovechar su espontaneidad expresiva. Puede ser muy delicada, ondulada o audaz y burda; incluso en manos del mismo artista. Puede ser vacilante, indecisa, interrogante, cuando es simplemente una prueba visual en busca de un diseño y puede ser también tan personal como un manuscrito.
La línea raramente existe en la naturaleza, pero aparece en el entorno: una grieta en la acera, los cables del teléfono recortándose contra el cielo, las ramas desnudas en invierno, un puente colgante, etc…
El elemento visual de la línea se usa mucho también para expresar la yuxtaposición de dos tonos. La línea se emplea muy a menudo para describir esa yuxtaposición y cuando así se hace es un procedimiento artificial.
Entrada perteneciente a la serie: El Alfabeto Visual.-
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