Es el estreno de la semana en las salas locales y cómo no hablar de ella entonces. Para los que son fieles lectores de nuestro humilde blog audiovisual, tal vez hasta les sea raro ver una columna de este tipo, básicamente porque nadie en este blog es fanático de la saga, es más, personalmente creo que he visto sólo una.
No obstante lo anterior, y considerando que esperamos no volver a saber de un estreno con este nombre en mucho tiempo, hemos acogido una columna escrita por Rodrigo Vargas quien se autodefine como: «el fanboy número uno de la saga«. Sí, de esos que van a los estrenos vestidos con todo y varita. Como siempre, encuéntrala después del salto y tus descargos, en los comentarios.
Aclarando que fui al pre-estreno con uniforme completo de alumno de Hogwarts [Gryffindor]; Túnica, corbata, bufanda y esas cosas, sin olvidar la varita, trataré de ser lo más imparcial y neutral posible, pero será difícil, soy fanboy.
Debemos partir por el hecho de que la entrega literaria HP7 de Rowling se dividió en 2 entregas fílmicas dirigidas por David Yates [director de las 4 últimas de Potter] y muestra al trío ya terminado con la misión encomendada por el anciano mentor de hechiceros, Dumbledore; destruir los fragmentos del alma de Voldemort.
Si bien este hecho, es algo completamente comercial para WB, no lo negaremos; haber hecho solo una película, hubiera dejado cabos muy sueltos para que se entendieran por quienes solo ven al “Niño que Vivió” en pantalla y no lo vieron antes en papel y tinta.
Comparativa lógica con HP7 parte 1
Siendo algo menos oscura que la primera parte, «Las Reliquias de la Muerte» parte dos, es una explosión tras otra, mucho fuego, polvo y escombros por doquier, donde el rojo se mezcla con polvorosas nubes y las luces de los hechizos. Se justifica el hecho de escuchar sólo algunos de ellos, por que se volvería tedioso hasta para un fanboy como yo, escuchar una y mil veces los clásicos Expelliermus y los maléficos Avada Kedavra.
Ya entrando más a lo artístico y actoral, cierto y reconocido crítico de arte nacional, dijo que la película se trataba mucho de Harry y Voldemort; esta cosa es obvia, son ellos los protagonistas de la saga, pero no debemos dejar de mencionar a otros participes de ella, que igual fueron parte de la historia, como los eternos amigos de Harry; el colorín Ron Weasley y la estudiosa Hermione Granger, sin los cuales, Potter hubiera logrado poco y nada.
Y por fin, luego de 10 años, 1997 – 2007 de los libros o 2001 – 2011 de las películas, sabremos si la parejita siente lo que todos queremos que sientan.
Crítica Actoral de HP7 por un fanboy
En cuanto al trabajo de los actores; destacables son la soberbia actuación de Alan Rickman, encarnando al controversial Severus Snape de principio a fin, del que sabremos mucho en esta parte, todo lo que pasa o pasó por su mente y qué lo lleva a ser tal y como es.
Creo, y hablo por muchos, que a pesar de no ser un personaje absolutamente protagonista, pero sí en gran parte, merece algún reconocimiento por su actuación, tanto en esta como en la saga en general. Tengamos en cuenta que Rowling pidió, expresamente que Alan fuera Snape, lo que demuestra su entrega y talento valorado por JK.
Veremos además a una Helena Bonham Carter interpretar a Bellatrix, pero también a otro personajes al mismo tiempo, lo que demuestra la grandeza de esta aclamada actriz.
Por el lado de los chicos buenos, vemos a una severa Minerva McGonagall algo mas “suelta de trenzas”, logrando impresionar y hacer reír al público en tensos y emotivos momentos.
Otro que se roba las miradas y vítores es Neville Longbottom, quien desde el inicio fue el menospreciado, dejado de lado de los amigos del «Trío»; pero es acá donde Neville explota todo eso que se guardó bien adentro, siendo él, uno de los verdaderos héroes del desenlace, ayudando de sobremanera y dándonos algunos buenos consejos.
«Crítica» Cinematográfica de HP7 por un fanboy
Las escenas claves estuvieron presentes [tranquilos no habrá spoiler], y son bien realizadas visualmente, aun cuando no siguen del todo la línea argumental, por dar un ejemplo; algunas muertes que son llevadas a niveles explosivos o la justificación de algunos hechos ocurridos en el papel que sólo se nombran y no leemos; acá si los vemos y grafican lo ocurrido a cabalidad.
Casi terminando, debemos hablar del protagonista y su antagonistas, Potter y Voldemort [Radcliffe y Fiennes respectivamente], quienes en una vertiginosa persecución dan rienda suelta a sus hechizos e incluso a una inventada lucha cuerpo a cuerpo.
Un Harry más maduro y decidido, además de resignado contra un Voldemort ya más vulnerable y preocupado por su vida, a diferencia de Harry que pone la de sus amigos antes que la propia. Actuaciones bien llevadas a cabo, a pesar de no ser las más brillantes.
Con esto, llega el fin de la saga que da a Warner Bros cientos de millones de dólares. Que puso a su escritora como una persona influyente, además de millonaria. Que logró poner a muchos actores jóvenes y emergentes a disposición de Hollywood, pero que por sobre todo, marcó a una generación; esa generación que gracias a JK Rowling volvió a tomar un libro de cientos de páginas y devorarlo en pocos días, que creyeran en la magia y en que todo es posible, sin necesidad de tener una varita, sino, confiando en lo dicho por Dumbledore [aunque no sé si textual]; «la mejor de las magias, está en las palabras«.
Originalmente escrito por Rodrigo Vargas Bulnes, adaptado para editando.cl por Bassofia.