Ayer en nuestra página en Facebook compartimos un compilado con un clásico cliché del cine de acción, algo que hay que puntualizar porque quizás alguno puede pensar que ese tipo de escenas es apta para todas las películas, en el que vemos la estoica caminata del protagonista del film dejando a su espalda una tórrida explosión.
Motivados por eso, hoy en este humilde sitio de difusión audiovisual, compartiremos cinco clichés del cine o por lo menos de algún tipo de cine.
Para lo que me importa que haya una explosión detrás mío.
Germen de esta entrada, este cliché lo vemos por lo menos una vez al año en alguna película de acción. Sabemos que va a venir y pese a lo repetida que esta sigue pareciéndonos increíble, porque hay que tener cojones del tamaño de toronjas para caminar tan impávidamente mientras a nuestra espalda ocurre una explosión/demolición/incendio. Marko Zaror, aplícate con una escena como esta.
Así cualquiera estudia
En los dramas juveniles, historias universitarias o comedias escolares es habitual que el protagonista tenga que enfrentarse a un gran desafío, la hora de la gran prueba, del examen de título, de la defensa de la tesis, de la prueba coeficiente dos. Pero con justa razón, sería un desperdicio de metraje mostrarnos toda la extensión del estudio para dicha prueba, entonces llega al rescate de nuestra paciencia el montaje y la elipsis. Así tenemos maratónicas jornadas de estudio resumidas en lindos 90 segundos, que agrado sería poder estudiar de esa manera.
Aquí no tenemos un compilado mostrando este tipo de escenas pero sí un claro ejemplo de esto en la olvidada película Teen Wolf Too, en la menos se parece a lo que yo viví porque no tuve pude hacer elipsis en los momentos que estudié y tampoco estuve tan bien acompañado en esos momentos como Jason Bateman.
La calle es segura
Es normal y corriente ir discutiendo en la calle con alguien, ya sea en persona o por teléfono y en un punto álgido de la pelea una de las personas se detenga en medio de la calle para hacer alguna importante observación. Obvio, en este mundo los automovilistas son sumamente respetuosos de los peatones así que todos se detienen e incluso esperan pacientemente para que uno pueda terminar de discutir. Lamentablemente en la ficción no es tan así y siempre que hay una discusión en la calle, el que se detiene en medio de esta termina embestido por una bus. Maldita ficción, como se les ocurre satanizar a los responsables conductores.
Falsa alarma
Tanto cliché que tiene el cine de terror y este es uno de los que vienen en el manual «como hacer película de terror for dummies 1«. Simple y bonito y repetido hasta la saciedad, como buen cliché, la falsa alarma es aquella en la que vemos a un asustado personaje mientras la cámara lentamente se acerca hacia él o la aparición sorpresiva de un gato, un colgador de ropa o un simple colega todo esto aderezado con un aumento repentino de la música. Clásico.
Espejito, Espejito.
Este cliché es parte del «como hacer película de terror for dummies 2″, donde un tranquilo personaje se mira en el espejo con gabinete que todos los norteamericanos tienen, porque lo que es yo en mi vida he tenido uno así, luego tras abrirlo y cerrarlo aparece con una agilidad digna de un ninja, un personaje que hace que el protagonista de la escena se espante. Si esto pasa siempre en la vida real.
Esos serían los cinco clichés que recordamos hoy. Ustedes siéntanse libre de opinar y añadir más en los comentarios.
Saludos.-
1 comentario
El de las explosiones es un clasico. Ni siquiera las podemos odiar porque a todos nos gusta esa actitud entera zorron del weon que ni se inmuta por lo que pasa atras.
Y la de los espejos un clasico tambien, pero al contrario este cliché si lo odiamos. Es una lataa, pero si esta bien acompañá la escena, con el tipico chirrido de terrors, entonces quiza funciona.
Eso :B
Saludos