Más atrasados que lo habitual, los Dichos del Director no se detienen ni siquiera porque hoy sea un día sandwich para muchos en Chile, Editando no para, Señores y por eso hoy le traemos las reflexiones de un director nacional.
Orlando Lübbert tuvo su minuto de fama gracias a Taxi para Tres y aunque tras esta película no haya brillado con tantas luces como cuando Ulises, Chavelo y Coto estaban a su lado, Lübbert nos dejó una serie de reflexiones sobre el trabajo cinematográfico y el como construir una historia en su libro Guion para un cine posible. De dicho libro hemos escogido sus dichos sobre el montaje y el manejo del tiempo cinematográfico.
«Se dice que la puesta en escena es el manejo del tiempo y que el montaje o edición es el manejo del tiempo. De alguna manera cuando el guionista diseña un plano o una escena y los pone junto a otros en una línea de tiempo, lo que hace es componer, editar en el tiempo.
Cada historia define sus propios criterios en el manejo del tiempo, criterios que se subordinan a la construcción dramática. El primer plano de una mujer pensativa puede parecernos largo a primera vista pero puede ser un plano emocionalmente necesario en el contexto de la narración.
El tiempo en el manejo del ritmo interno de las escenas requiere de mucha sensibilidad. La opción de, por ejemplo, respetar al máximo el tiempo real de una escena sólo puede fundarse en argumentos narrativos, lo mismo el uso de elipsis para agilizar el relato. Hay escenas con una fuerte carga emocional que pueden requerir de más tiempo y escenas de mucha acción donde el tiempo se comprime. Planos generales que requieren de menos. Pero hay también primero planos que deben marcar emocionalmente un momento determinado y que requieren de una cierta duración. Hay secuencias de planos que comprimen largos lapsos de tiempo.
Existen ciertos códigos que se vinculan a la duración de un plano. Si alargo el primer plano sobre el rostro de una muchacha más allá del tiempo que nos requiere “leer” el plano, lo más probable es que pensemos que esa mirada y su gesto tienen mucha importancia. Con el tiempo manejamos también emociones que se vinculan a expectativas. El riesgo, en estos casos, es sensibilizar equivocadamente al espectador y crearle una expectativa falsa que luego lo decepcione.»
LÜBBERT, ORLANDO. Guión para un cine posible. Chile. Uqbar Editores.