Si eres de los que sigue la huella a cada noticia relacionada con la fotografía en Internet, lo más seguro es que ya leyeras sobre él en algún otro portal, sin embargo no por eso podemos dejarla fuera de este humilde reducto de publicaciones audiovisuales.
La historia de Miroslav Tichý es, por decirlo menos, asombrosa y no deja a nadie indiferente. Luego del salto, como siempre decimos, revisa sus fotografías y el por qué ha sido tan publicado en el mundo entero.
El vagabundo sin instagram más famoso del orbe
En la República Checa existe un pueblo de nombre Kyjov, allí nuestro ahora afamado vagabundo, era mirado en menos como todos los que quizá te topas día a día en tu propia ciudad.
Todos los días se paseaba con una cámara en su mano, claro, a nadie llamaba la atención puesto que era una cámara fabricada con desechos, cartones, latas de conserva, tubos de papel higiénico y otros. Lo que la gente no sabía, es que ese pedestre intento de cámara no era para alimentar las alucinaciones de un loco, sino que realmente capturaba imágenes y mejor aún, más «vintages» que si hubiesen sido tratadas con instagram y por supuesto a un costo muy por debajo de lo que a cada uno de nosotros se nos podría imaginar.
Así fue como sus fotografías terminaron siendo expuestas en museos y galerías de arte de Berlín, Zúrich y Nueva York, y alcanzaron cotizaciones de entre 4.000 y 8.000 euros.
Los sujetos preferidos de Tichý eran las mujeres, la mayoría de los cuales eran completamente conscientes de que estaban siendo fotografiadas. Algunas simplemente no se daban cuenta de que su cámara hecha de latas era real y sonreían simplemente para ser amables con el pobre hombre de barba y ropas harapientas que era «el loco local» con su cámara de juguete.
El resultado de las imágenes es un sorprendente y conmovedor monumento a la elegancia y sensualidad femeninas.
La vida de Tichý y sus devenires con las autoridades comunistas, que darían origen a su ermitaña vida, sin duda dan para escribir un libro, pero por ahora, nos limitaremos a mostrarles sus fotografías para que puedan apreciar y opinar al respecto.
Y cómo no podía ser de otra forma, el vagabundo fotógrafo se hizo merecedor de tener su propio sitio web, allí encuentras no sólo sus fotografías y otras yerbas, sino que además toda su biografía, misma que también encuentras citada en inglés, en sitios como Messy Nessy Chic, pero nada que el traductor de Google no pueda solucionar.
¿Y tú que opinas de las fotos de Tichý?
Por lo menos en oficinas Editando el bueno de Daniel Mora agradece que el ángulo de cámara sea siempre posterior a las damiselas, dice que las pompas europeas son su fetiche 😛
Saludos!
1 comentario
Esto es un claro ejemplo de «querer es poder» , vaya que este señor ha demostrado su capacidad pese a los bajos recursos que poseía, mil respetos.