Vuelve a esto que son los Dichos del Editor uno de los montadores más reconocibles del cine, el gran Walter Murch, (del que quizás deberíamos crear una sección aparte).
En esta ocasión, Murch habla sobre como fue para el trabajar el montaje de forma física, en especial la intensa tarea que significo llevar a cabo esa titánica película llamada Apocalypse Now.
«No creo que los estudiantes de cine que están aprendiendo a montar se resientan del hecho de no haber trabajado nunca con película física. Por supuesto, cuando te enfrentabas a la realidad física de casi 400 mil metros de película, como en el caso de Apocalypse Now, tenías que planificar con mucho cuidado cada paso. Con el montaje digital, el material no pesa, pero un minuto de imagen y sonido en 35 mm tiene un peso de medio kilo. Para Apocalypse Now, teníamos más de siete toneladas de película. Y debíamos manipular aquella masa para extraer ese fotograma concreto, que pesaba un cuarto de gramo, y que tenía que mejorar un corte. Montar en 35 mm implicaba mucho trabajo físico, como cavar zanjas, pero al mismo tiempo había que ser muy preciso, como un relojero. Me alegro de haberlo experimentado.
Apocalypse Now es la experiencia de postproducción más larga de toda mi trayectoria. Estuve trabajando en la película durante dos años. Pero yo era el ayudante; Richie Marks trabajó durante tres años. Al mismo tiempo, también estábamos creando el formato 5.1 a instancias de Francis Ford Coppola: quería que el público se viera envuelto en un remolino de sonido y que sintiera las explosiones, además de oírlas. Y también estábamos construyendo un estudio de mezclas a medida; era la primera vez que se utilizaban ordenadores para mezclar una película.
Fui el último montador que se unió al equipo de Apocalypse Now porque había estado en Inglaterra trabajando el Julia (1977), mientras Apocalypse Now estaba en producción. Un poco antes, en agosto de 1977, estuve en una comida de trabajo con Francis, Richie, Jerry Greenberg y Dennis Jakob durante la cual Francis dijo: «Quiero que Apocalypse Now vaya enloqueciendo a medida que avanza, y, por definición, todos los que hayan trabajado en esta película durante cierto tiempo se hayan vuelto locos. Dennis, tú eres claramente el más loco de todos, así que quiero que montes el final. Y Walter, tú eres el más cuerdo porque eres el nuevo, así que quiero que montes el principio». Lo irónico es que el principio resultó la parte más desquiciada de todo el filme.
Cuando Francis empezó a rodar Apocalypse Now en 1976, ninguna película de tanto peso se había atrevido a abordar la guerra de Vietnam, ya que todavía era una herida abierta en la psique estadounidense. Todos sentíamos la responsabilidad –y Francis, por supuesto, más que el resto– de abordar el tema de la forma más profunda posible, lo que implicaba adentrarse en un terreno psicológico que una película bélica convencional habría evitado. Cada vez que veíamos el filme, podíamos percibir ese arco cada vez más loco porque lo habíamos implementado nosotros. Pero la reacción del público fue distinta, creo que debido a las ideas preconcebidas de lo que era una película bélica. El filme les resultaba hasta cierto punto más normal de lo que en realidad era. Pero la historia se iba retorciendo cada vez más, y los espectadores se resistían a ello hasta que ya no podían. Entonces, de repente, se daban cuenta: «Esto es rarísimo», y pensaban que esa extrañeza repentina se encontraba en la película, mientras que en realidad se hallaba en su propia percepción. Fue nuestra culpa, supongo, no haber sido capaces de hacerles seguir ese arco progresivamente, pero lo hicimos lo mejor que pudimos. Hoy, las reacciones del público a Apocalypse Now son distintas, debido a la familiaridad.
Tratamos de enmendar ese problema en cierta medida en Apocalypse Now Redux (2001), que fue uno de esos proyectos que empiezan como un modesto brote y terminan por convertirse en un roble. La motivación inicial sólo era hacer un DVD para el mercado francés con la escena de la plantación francesa añadida como material adicional. Pero no disponíamos de la escena completa. En el montaje de la película original habíamos reducido la escena de la plantación a cinco o seis tomas fusionadas, y finalmente la habíamos descartado por completo. Así que en el año 2000 tuvimos que recuperar el negativo original y reconstruirlo desde cero. Entonces Francis pensó: «Bueno, ya que vamos a tomarnos estas molestias, veamos si podemos añadir otras escenas». Una cosa llevó a la otra, y Redux acabó teniendo 50 minutos más de metraje que la película original de 1979. El resultado es una buena aproximación al guión que Francis tenía la primera vez que fue a Filipinas.»
Saludos.-
3 comentarios
La realización de esa película fue una locura total, aun más desquiciada q la película misma.
https://vimeo.com/73985835
ME GUSTO MUCHO 😀 esto es lo que aquí en el país se tiene que hacer es traer a importantes personas de la industria audiovisual/cine para que haya mejor conocimiento y mejoría en nuestras peliculas.
Genial artículo!
Gracias por transcribirnos toda la información para conocer un poco más de este gran editor!
7 toneladas de material? Woww!