Tras años de marginación, el cine afroamericano comenzó a encontrar una audiencia mayoritaria en la década de 1970, gracias a las películas blaxploitation [de Black y Exploitation – «Negro» y «Explotación»]. A menudo carentes de refinamiento, daban voz a la vida del gueto y abrieron Hollywood a una generación de cineastas y actores radicales negros.
Hoy reiniciamos nuestro histórico espacio audiovisual de las 100 ideas que cambiaron el Cine, y esperamos como siempre que les sea de interés y puedan compartirlo también con sus amigos en redes sociales, que eso nos hace bien a todos!
Idea n° 84 | Blaxploitation: De Sweetback a Spike Lee
Insensible al movimiento del Harlem Renaissance, Hollywood fue reacio a describir la experiencia diaria del colectivo negro. Piezas aisladas como ¡Aleluya! en 1929, de King Vidor, reforzaron los estereotipos a los que más tarde el crítico Donald Bogle puso el nombre de «mamis», «tío Tom» o «morenitos».
Pero mientras que Hattie McDaniel pudo ganar un Oscar a la mejor actriz de reparto por interpretar a una sirvienta en Lo que el viento se llevó [1939], directores negros como Oscar Micheaux o Spencer Williams se vieron limitados a «películas de raza» de bajo presupuesto para proyecciones en sesiones de madrugada. Micheaux, el autor negro más prolífico [rodó casi 50 largometrajes entre 1919 y 1948], aspiraba a mejorar las condiciones de vida de la comunidad afroamericana resaltando sus aspiraciones y su diversidad.
Pero las dificultades de distribución impidieron que sus historias de mestizaje y de mujeres de piel clara haciéndose pasar por blancas tuvieran una amplia audiencia. Hasta la década de 1950 no comenzaron a surgir estrellas negras, como Dorothy Dandridge o Sidney Poitier.
Shaft – [1971]
«¿Quién es el listo que no sale corriendo cuando hay peligro?» Las noches rojas de Harlem, debió mucho de éxito a la banda sonora de Isaac Hayes.
Se han menospreciado en gran manera los melodramas liberales que produjo Hollywood durante la época de la defensa de los derechos civiles en Estados Unidos, pero lo cierto es que hicieron mucho por desafiar la prohibición del Código de Producción de mostrar relaciones mixtas en la pantalla, además de alentar a los cineastas negros independientes a hacerse oír.
El convencionalismo de The Learning Tree [1969] pronto dio paso al más duro realismo urbano de Algodón en Harlem [Cotton comes to Harlem, 1970], de Ossie Davies, o Sweet, Sweetback’s Baadasssss Song [1971], que rompió con la burguesa tradición fílmica negra de entrar en el gueto y celebrar la autoafirmación masculina y el deseo separatista de resistirse a la autoridad.
La MGM, impresionada por la rentabilidad de Sweetback’s, apoyó Las noches rojas de Harlem [Shaft, 1971], de Gordon Park, a la que siguieron otras películas después de que la primera salvara al estudio de la bancarrota.
Pero mientras que los espectadores se deleitaban con la violenta criminalidad y la consumista superficialidad de los chulos, camellos, gángsters y policías disidentes de éxitos como Super Fly [1972] o The Mack [1973] -que se beneficiaban además de sus bandas sonoras funkies-, los críticos se lamentaban de la glamourización de la vida del gueto y del hecho de que heroínas como Cleopatra Jones [1973] o Foxy Brown [1974] respondieran más a fantasías masculinas que a roles femeninos reales. Además, la mayor parte de estas películas, cada vez más baratas y estereotipadas, las estaban produciendo como rosquillas directores blancos desprovistos de penetración sociopolítica.
Foxy Brown – Trailer
Sin embargo, muchos vieron el cine blaxploitation como una fase necesaria en la evolución de un cine negro genuinamente revolucionario. De hecho, empujó a graduados en cine de la década de 1970 como Charles Burnett, Larry Clark o Haile Gerima a lanzar su propia «LA Rebellion», que a su vez inspiró el nuevo cine negro de Spike Lee, John Singleton y Julie Dash en la década de 1990.
Lo cierto es que el cine blaxploitation no reflejó sólo la desesperación afroamericana ante un sistema corrupto y racista, sino que también impulsó a cineastas blancos a denunciar «lo establecido» y a expresar el sentimiento nacional de sentirse traicionados por la intervención de Estados Unidos en la guerra de Vietnam y el escándalo Watergate, en películas emblemáticas como Tarde de Perros [Dog Day Alternoon, 1975], de Sidney Lumet, o Taxi Driver [1976], de Martin Scorsese.
Super Fly – Trailer
Al final, el cine blaxploitation llevó a que Hollywood abriera sus puertas al talento afroamericano. Pero con actores y directores icónicos concentrándose en el cine mayoritario, existe el peligro de que, aparte de alguna historia ocasional de pandilleros, la comunidad negra pierda de nuevo su voz en el cine.
¿Conocías las blaxploitation movies?