Lo que todos sabemos es que anoche, con un promedio de 21,4 puntos on line [entre las 22.10 y las 23.09 horas] alcanzando un peak de 26 unidades [22.55 horas] terminó lo que a mi juicio es una, si no la mejor, serie que se ha hecho en territorio nacional. Por su historia, por su cantidad de temporadas, por su calidad técnica, por sus actores, por la emocionalidad, por muchas cosas más. Ahora, ¿por qué yo y tal vez muchos de los que puedan leer esto, quedamos viudos de Los 80? se lo redacto como siempre, después del salto. Le invito a leer y opinar como siempre.
Les contaré lo que para mi significaba Los 80
Desde que inició la primera temporada se convirtió mucho más que sólo en una serie de TV a la cual seguir. De forma natural con mi hermano comenzamos a organizarnos para, cada noche de domingo, contar con algo para comer y algo para beber, dándonos así un pequeño tiempo de compartir frente la pantalla. Como soy mayor y nací justo cuando la década de los 80 se aprestaba a comenzar, iba reconociendo con facilidad los accesorios que el equipo de arte se había dado el trabajo de incluir en los planos. Desde la loza de vidrio café marca Colombia que no se quebraban con nada, hasta la caja metálica de calzados Calpany que en la casa usábamos de «costurero», misma que aparece también en Sudamerican Rockers.
Así nos acompañó la serie durante 7 años. Durante 7 años nos emocionamos, algunos domingos más que otros y comimos rico, algunos domingos más que otros. Y todos, absolutamente todos los domingo, recordaba a mi mamá, que se parecía mucho al personaje de Ana, incluso tenía una camisa de dormir y una bata de levantarse, muy similar. Creo que una serie que logra eso, merece todos los reconocimientos.
Cosas que quedan ahora que todo terminó
El bajo rating frente a la teleserie turca. En el mismo horario, Mega mantenía un promedio de 23,2 puntos de rating. A mi me parece una pena. En un medio de libre mercado como el que tenemos, la gente tiene libertad de elegir entre las posibilidades que los canales ofrecen y claro, esta vez eligieron un producto que nos representa poco y nada, pero tal vez algo de responsabilidad tengan los que toman decisiones en los canales de TV y no directamente los que producen la serie. Algo para analizar aquí.
Los 80 frente a «Cuéntame Cómo Pasó». Cuando partió la primera temporada, se dijo mucho que era una vil copia de la serie española antes nombrada. Yo creo que tal vez se nutrió de ella un poco, algo de inspiración pueden haber encontrado allí, toda vez que la serie española se basaba en la vida de la familia «Alcántara», de clase media, durante los últimos años del franquismo, en una especie de cónica socio-económica. Sin embargo, «Cuéntame» contenía también entrevistas que la acercaban más al género documental y al revés de Los 80, no ha terminado, es más, ya tiene una temporada grabada para emitirse en 2015.
¿Se podría pensar en una precuela y continuación? Desde el punto de vista de los fanáticos como yo. Se podría claro que sí. Desde el punto de vista de los números, ciertamente lo dudo mucho. Y si pensamos además que la última temporada, con final de finales incluido, fue de las más bajas en rating, se ve más difícil todavía. Es por todos sabido que tanto Boris Quercia como Alberto Gesswein S. los cerebros tras las temporadas más exitosas de Los 80, salieron en situaciones poco ortodoxas de Canal 13, y se notó. Por último al propio Gesswein le planteaban vía twitter el hacer una continuación, esta vez en TVN, a lo que respondió lo siguiente:
“@ixNN: @agesswein ahora podría hacer #Los90 en Tvn?”/ seria muy tonto hacer eso. Mejor otra cosa.
— Alberto Gesswein S. (@agesswein) diciembre 22, 2014
Maquillaje en los 80. Mucho se criticó en las redes sociales sobre el maquillaje, a cargo del equipo dirigido por Franklin Athos. Que era una falta de respeto, que era ingenuo, básico, etc. Sinceramente creo que no se puede criticar muy a la ligera. Claramente hubo trabajo, mucho trabajo, lo que se podía corroborar en los personajes de Juan y Ana, sin embargo, no podemos desconocer que los restantes se veían poco convincentes, poco natural, por decirlo de alguna manera. Por lo demás, caer en el estereotipo de, porque se es mayor se es canoso, en tiempos en que un alto porcentaje de mujeres y también de hombres y utilizan químicos para teñirse el cabello, es por lo bajo, simpático. O sea, si ustedes me dicen que el Martín se veía natural, les invito a una visita con el oftalmólogo 😛
Dato, en la página de Canal 13 dejaron un pequeño Makin Of de Cómo envejecieron a Los Herrera.
Machismo en los 80. Leí y escuché también que Los 80 era una serie machista, porque se criticaba por demás a Ana mientras se suavizaba el juicio con el resto de los hombres, Ezequiel, Juan, Felix, etc. Acá me parece que se debe corregir la apreciación, claramente Los 80 refleja el machismo imperante en una época. Lo triste es darse cuenta que aún hoy en 2014 la sociedad Chilena no ha cambiado tanto como se
Los 80 y el caso Larraín. Otra cosa en la que yo mismo reparé mientras veía el penúltimo capítulo, fue en el extremo parecido de la situación vivida en la realidad actual por Carlos Larraín [hijo]y Axel, el personaje amigo de Felix en la serie, al atropellar a un trabajador mientras conducía su vehículo en estado de ebriedad luego darse a la fuga, para finalmente huir a Estados Unidos sin afrontar su responsabilidad. Desconozco si fue algo conversado hace mucho o incluido hace poco, pero claramente fue intencional y seguro buscando reforzar lo del punto anterior, reflejar esta sociedad en la que vivimos, que a pesar de las décadas no cambia un hecho sustancial, aquel que tiene recursos se sigue riendo y abusando del que no.
La última temporada de Los 80, aunque mucho más débil que las anteriores en cuanto a guión y montaje, resolvió de forma adecuada la realidad de una familia que pasó por todas. Para mi, todo se resume en una frase que Martín le dice a Claudia en los capítulos finales, no la recuerdo literal pero decía más o menos así: «Cuando se acabó la dictadura perdimos el enemigo común, ¿qué no pasó? comenzamos a pelear entre nosotros mismos…» a la serie le pasó un poco eso, se acabaron todos los lugares comunes que tenían que ver con una década marcada por la dictadura y pasamos de lleno a intentar resolver la historia con lo que sirviera, para ello, tomaron la vida del adolescente de la familia y lo contrapusieron con su versión de 2014 lleno de traumas y taras. Desde el inicio de esta última temporada no creí que fuera lo mejor, lo critiqué varias veces de hecho, pero ayer todo me cuajó. Y claro, alguien en tuit que busqué pero no encontré para insertar acá, dijo algo así como: Cuando llega el final, te das cuenta que la serie o libro que tanto disfrutabas no es tuya. Creo que fue Francisco Ortega.
Finalmente, me quedo también con un extracto de lo escrito por Daniel Villalobos en su blog:
«No lo hicimos tan mal, dice Juan. Es cierto: pero al menos para uno de ellos [Felix] esa felicidad es una mentira. Porque no aprendió nada o porque aprendió al revés, porque Juan Herrera –quizás uno de los personajes más nobles de la ficción chilena- terminó criando a un carajo y nunca se enteró».
Sólo diré gracias y como titulaba el último capítulo: Hasta Siempre.