Allan Stewart Königsberg más conocido en el mundo entero como Woody Allen, cumple hoy 1 de diciembre la no despreciable suma de 80 años, y para aprovechar la ocasión, quiero rescatar una entrevista que hace mucho leí y que me pareció de los más deprimente, pero viniendo de quien viene, ayuda a entender bastante su cine e incluso se adelanta a los tiempos que corren. Como siempre, después del salto.
-Usted dice que la felicidad es imposible y que lo único a lo que podemos aspirar es a la distracción. ¿Es así?
-Sí, yo siento de esa manera, puede pensarse que es pesimista pero yo lo veo como algo realista. Vivimos en una situación terrible, en que las personas no saben por qué están vivas, tienen vidas cortas y difíciles, llenas de dolor y de pena. Si tienen suerte y no sufren tanto dolor o miseria, su vida igual va a terminar y la de la gente que quieren también. Siempre es perder. Es como estar en Las Vegas y apostar contra la casa: puedes tener un par de buenos momentos, pero finalmente vas a perder tu dinero si te quedas el suficiente tiempo. Entonces, creo que la condición humana es de mucha infelicidad. Pero hay momentos en que te distraes de eso. Cuando tu esposa tiene un hijo estás muy contento, o algo sucede y tienes momentos placenteros; pero eso luego pasa y vuelves a la monotonía del trajín diario, que es muy duro y miserable para la mayoría de las personas.
-Además de hacer películas ¿Cuáles son sus principales distracciones?
-Bueno, me gusta mucho mi familia, jugar con los niños, hacer cosas con mi esposa, los deportes, ver básquetbol, béisbol, me gusta mucho la música, especialmente el jazz, pero también la ópera y otras… Tengo muchas distracciones.
-Y además se cuida de no ser trabajólico, ¿no?
-No, soy un loathoholic [algo así como «resistente al trabajo»]. Me gusta resistirme. Por ejemplo: no he hecho ningún trabajo hoy. Llevé a los niños al colegio, más tarde haré ejercicios e iré a cenar con amigos en la noche. No trabajo mucho.
-Pero hace una película al año, es mucho…
-Suena como mucho, pero no lo es.
No dejes de revisar Woody Allen y las reglas de la comedia en #DichosDelDirector
-¿Tiene preocupaciones sobre el futuro del cine?
-Sí, el cine está inmensamente disminuido comparado a cuando yo era joven. Solía ser algo muy glamoroso, ahora no. Es muy triste la dirección hacia la que va.
-¿Qué cree que pasará?
-Todo el mundo tendrá una pantalla plana grande y de alta definición en su casa y las películas se podrán pedir por teléfono. Cuando invites a comer a tus amigos podrás pedir a las 20:35 la última película de George Clooney, que se estrenó en el cine ayer en la noche… La gente irá menos al cine y muchos cerrarán. Eso ya pasa ahora, ya no hay esos grandes palacios de Cine… Es triste.
También te invitamos a leer: Woody Allen y los errores que HAY que evitar en #DichosDelDirector
-¿Quiénes son para usted los más grandes cineastas de su época?
-Los mismos que para todo el mundo: Bergman, Fellini, Kurosawa, Renoir, de Sica, Truffaut, Orson Welles, Antonioni… esos son los geniales.
-¿Hay genios como esos en la nueva generación de cineastas?
-Hay gente enormemente talentosa, pero el negocio del cine es tan diferente, que no tienen la posibilidad de hacerlo de la misma manera que ellos.
-¿Cómo le gustaría que fuera su futuro? ¿Tal como ahora?
-Sí, quisiera permanecer con salud y trabajar. Eso está bien para mí. Que mi familia esté saludable y trabajar. No requiero de nada más.
fuente: Paula Escobar Chavarría. (2009, Santiago). Retrato de innovadores. El Mercurio Aguilar.