En junio de 2015 publicaba en este humilde sitio audiovisual una columna en donde el productor norteamericano Mike Fantasía, cuyo nombre es real y no de fantasía, explicaba las razones de por qué Mad Max: Fury Road estuvo a punto de grabarse en Chile, pero finalmente se optó por el desierto de Namibia y nos quedamos sin la experiencia. Hoy el tema vuelve a ponerse de moda y luego del salto ahondamos en la pregunta de siempre, ¿Por qué Hollywood no graba sus películas en Chile?
Lo de Mad Max: Fury Road es sólo un ejemplo de las tantas oportunidades que tal vez esta larga y angosta faja de tierra dejó pasar, para que sus paisajes aparecieran en la gran pantalla hollywoodense. Sin embargo, Chile está decidido a no perderse más oportunidades de este tipo y junto a la Film Commission Chile FCCh, organismo dependiente del Consejo de la Cultura y las Artes, los ministerios de Hacienda, Economía y Corfo, con el objetivo de articular un paquete de beneficios que pueda dinamizar la actividad en el país.
Según detalla el ministro Ernesto Ottone:
Chile tiene todas las condiciones y atributos para transformarse en un territorio atractivo para filmar grandes producciones audiovisuales internacionales. Comenzamos este camino produciendo comerciales extranjeros, luego series de televisión y ya en los últimos años películas que han tenido excelentes resultados. Para dar el último gran empuje que permita instalar a Chile y posicionarlo como destino de mega producciones audiovisuales, hemos establecido una alianza de trabajo liderada por el CNCA y Corfo, y apoyada por los ministerios de Economía y Hacienda, para poder llevar a nuestro país en un plano de competitividad. Esperamos tener noticias pronto.
Seguros amigables con las producciones:
El Alto Biobío cautivó al productor estadounidense de Radar Pictures, Tom van Dell, responsable de películas como “El último Samurái”, y lo motivó a reunirse a principios de mes con autoridades para analizar la posibilidad de acceder a incentivos económicos. Su objetivo es filmar íntegramente en Chile la historia de “Leftraro” (Lautaro), producción que narrará la historia del líder mapuche y que apuesta a ser un blockbuster, alcanzando la popularidad que tuvo, por ejemplo, la historia de “Pocahontas”.
Sin embargo, los paisajes no son el único atributo de Chile como escenario cinematográfico. La amplia gama geográfica, se suma la riqueza cultural de cada zona del país, permite acceder a locaciones muy distintas en sólo un par de horas, lo que se traduce en economía de tiempo y de costos. También hay ventajas aduaneras que simplifican los trámites, como el Carnet ATA, que permite la libre admisión temporal de mercancías, como equipos o vehículos, exenta de derechos de importación y otros impuestos como el IVA.
Además, la FCCh, que les ayuda a las productoras a gestionar los permisos y trámites asociados a una filmación, busca aumentar el número de comunas en el país que cuentan con protocolos “Film Friendly”, que homologan el tratamiento, los cánones y requisitos que deben cumplir estas producciones.
La seguridad (la más alta de Latinoamérica, según cifras de la ONU), la infraestructura de servicios y la estabilidad social son otros atributos que se valoran, al igual que la especialización que ha desarrollado esta industria a nivel local, disponiendo de mano de obra y una oferta de tecnología de producción y post producción, que está a la altura de la industria estadounidense.
En este sentido, Joyce Zylberberg comenta que el contar con un paquete de incentivos económicos sería el dinamizador que permitirá avanzar en los aspectos que aún están pendientes, como estudios con características (como la altura) adecuadas para las grandes producciones del cine.