Lo que más me gusta del sitio web de Radio Biobio no son las noticias que entregan o las breaking news que se mandan de cuando en vez, sino muy por el contrario son aquellas entradas absurdas, disonantes, tildadas muchas veces por los lectores chilenos (que de lectores tienen poco y de patéticos críticos mucho) como notas basura, en las que nos cuentan mitos extraños relacionados sobre diversos temas o donde revelan estudios científicos de universidad desconocidas que están al nivel del Instituto Aplaplac.
Siguiendo ese espíritu es que en esta ocasión vamos a contarles cinco curiosidades del cine que quizás no conozcas, ¿por qué quizás? Porque tenemos lectores demasiado inteligentes así que en una de esas las conocen todas.
Cuando Pancho Villa fue actor.
En 1914, una productora de cine de Hollywood firmó un contrato por valor de 25.000 dólares con el líder revolucionario mexicano Doroteo Arango, mucho más conocido como Pancho Villa, para que éste reprodujese para la pantalla alguna de sus famosas batallas revolucionarias. A ese fin se desplazó todo un equipo de rodaje a México.
A las órdenes del director, Pancho Villa, al frente de sus tropas, reprodujo unas de sus batallas durante varios días en horarios de 9 de la mañana a 4 de la tarde. Terminada la película, pareció tan increíblemente realista a los ejecutivos de la compañía que no se atrevieron a proyectarla comercialmente y acordaron volverla a filmar en los propios estudios con actores profesionales.
La envidia de Chaplin.
Según el relato de testigos del rodaje, uno de los momentos estelares de la película Candilejas, que Charles Chaplin interpretó y dirigió en 1952, tendría que haber sido aquel en que el propio Chaplin, en su papel de Calvero, un viejo cómico, y Buster Keaton, interpretando a otro veterano colega de aquél, protagonizan a dúo un número cómico musical. Al decir de los que vieron el rodaje, la actuación de Chaplin fue soberbia, pero la de Keaton fue excepcional. Tanto que el propio Chaplin se negó a incluir la escena completa en el montaje definitivo, dejándola reducida, eso sí, a una deliciosa secuencia que magnifica aun más toda la película.
Las Consecuencias de la Edad de Oro.
Los primeros pases de la película La Edad de Oro (1929) de Luis Buñuel fueron acogidos con pataleos, rotura de butacas, de la pantalla y de una exposición artística instalada en el vestíbulo de la sala de proyección, con obras de Dalí, Miró, Ernst, Tanguy y otros surrealistas. Tras estos disturbios, la película fue prohibida, todas las copias fueron archivadas y la película no volvió a ser proyectada comercialmente hasta 1980. Su fama de película absolutamente irreverente fue tal que, años después de su estreno, estando Luis Buñuel empleado en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, fue obligado a dimitir al descubrirse que él era el director de esa película maldita. No le quedó más remedio que sobrevivir trabajando para la División Cinematográfica del Ejército de los Estados Unidos y, luego, para el departamento de doblajes de la Warner Brothers.
La Paranoia de Kubrick.
El cataclismo estelar de la película 2001: una odisea del espacio (1968), de Stanley Kubrick, fue rodado en una fábrica de corsés de Nueva York, consistiendo en unas tomas muy cortas de pintura goteando en una cubeta. Por cierto, durante el rodaje de esta misma película, Kubrick, preocupado por la posibilidad de que una repentina invasión extraterrestre dejara sin sentido y vacía de contenido su película, intentó sin éxito que la compañía de seguros Lloyd’s le aceptase cubrir un seguro contra dicho riesgo.
«La Vampiresa».
La primera actriz de Hollywood a la que los medios de comunicación aplicaron el calificativo de vampiresa fue Theda Bara (1890-1955), que en 1918 ya fue definida con este epíteto tras interpretar varios papeles de mujer fatal. Theda Bara provenía de una familia de clase media de Cincinnati, y su nombre verdadero era Theodosia Goodman. Pero la oficina de prensa de la 20th Century Fox le creó un pasado más a tono con su imagen de vampiresa; según esa biografía «oficial» Theda era hija de un artista francés y una mujer árabe, y había nacido en el Sahara.