Los géneros, categorización de las películas basada en la tipología, son una de las ideas más útiles del cine. Permite a los productores ofrecer películas para los gustos más populares y garantiza a los espectadores saber lo que van a ver cuando compran una entrada. También permite a los críticos juzgar los méritos de una película en relación con unos criterios previamente establecidos.
Aunque sea el primer día del año y en muchas partes nadie esté trabajando sino en la playa o algún lugar campestre disfrutando del sol, los editando boys llevan a ustedes un trozo más de la cultura cinéfila en una nueva idea de las 100 que cambiaron para siempre la historia del cine. Como siempre después del salto los detalles.
Idea n°28 | Los Géneros: El lenguaje universal del cine.
Aunque el término género es literario, su primera aplicación en el cine fue puramente industrial. Los estudios de Hollywood se dirigían como fábricas eficientes y a los ejecutivos les gustaba invertir en los proyectos que tenían más posibilidades de generar beneficios.
Con los géneros, los productores se ahorraban muchas conjeturas, pues existían audiencias específicas para el melodrama, las comedias, los westerns, las películas de misterio, acción, aventuras, terror, ciencia ficción y, con la llegada del sonido, los musicales.
La recurrencia de figuras de discurso facilitaba la producción de las películas de género, pues compartían iconografías, técnicas, localizaciones, temas, motivos musicales, personajes y estrellas. De hecho, algunos estudios acabaron asociándose con ciertos géneros, por ejemplo, la Warner con las películas de gángsters, la Universal con las de terror y la MGM con los musicales.
Los géneros podían dividirse en subcategorías y crear híbridos. También podían extenderse a la serie B, los seriales, los documentales, la animación y la vanguardia. De todas maneras, tomaran la forma que fuera, las películas de género reflejaban de forma invariable las condiciones socioculturales en las que eran creadas.
Frecuentemente se las utilizaba para reforzar valores cívicos, pero podían servir para el escapismo o para desconcertar, pues todas las películas de género plantean algún tipo de amenaza al status quo, tanto si toma la forma de vampiro como de alienígena, femme fatale o heroína de la screwball comedy.
A muchos cineastas, estas fórmulas les resultaban restrictivas. Pero varios autores prosperaron dentro de la tradición de los géneros. Howard Hawks dominaba gran cantidad de estilos, mientras que John Ford era el especialista en westerns por antonomasia; Douglas Sirk, era de melodramas; Vincente Minnelli, de los musicales, y Alfred Hitchcock, de las películas de suspenso.
Posteriormente los cineastas independientes como Mel Brooks o Robert Altman disfrutaron subvirtiendo las convenciones de los géneros y la ideología dominante que representaban. De todas formas, por más que los mitos de los géneros se satirizasen, pasan de forma cíclica por fases de deconstrucción y nostalgia para más adelante volver a reafirmarse, antes de, inevitablemente, volver a ser demolidos.
Algunos de los géneros hollywoodenses han pasado de moda. Los westerns y los musicales, que en la época clásica eran éxitos seguros de taquilla, se han sustituido por las fantasías repletas de efectos especiales, género al que muchos culpan de haber rebajado el nivel del cine estadounidense.
Hollywood instigó la producción de películas de género en todo el mundo cuando los productores de los distintos países pretendieron contrarrestar el dominio comercial estadounidense. Algunos se limitaron a indigenizar los géneros ya existentes, como sucedió con los spaghetti, sauerkraut, borscht y curry westerns que comenzaron a aparecer en la década del 60.
Pero la mayor parte de los cineastas tenían un sentido de identidad nacional más fuerte. La Alemania de Weimar fue testigo del surgimiento del Bergfilm [película de montaña] y el Heimatfilm [película de la tierra natal]. En la Italia fascista, las comedias «chic» de «teléfono blanco» dieron paso al peplum [películas ambientadas en la antigüedad grecorromana] y al giallo [thriller gore y sangriento].
Por su parte, el público Indio se deleitaba con las variaciones históricas y mitológicas del formato musical del masala. En Hong Kong, prevalecieron las películas de artes marciales, mientras que en Japón los códigos samurái y yakuza coexistieron con géneros dramáticos como el jidai-geki [de época]. gendai-geki [contemporáneo] y shomin-geki [de gente corriente].
El animé , por su parte, está inundado de subgéneros y su influencia se está sintiendo cada vez más en las adaptaciones de Hollywood, algo que veremos más adelante en detalle cuando toquemos el tema de la animación, en otra de las 100 ideas que cambiaron para siempre el mundo y la historia del Cine.
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