Vuelve David Lynch a darse una vuelta por Editando. ¿Qué no conoce a David Lynch? ¿Acaso ha vivido bajo una roca durante los últimos cuarenta años? El Sr. Lynch es responsable de verdaderos íconos de la cultura pop como la clásica y siempre referenciada serie de televisión Twin Peaks o la película que a todos los voló la cabeza Eraserhead. ¿Nada aún? Lynch fue el responsable finalmente llevar a la pantalla grande la obra de Frank Herbert, Dune, luego que el gran vendehumos Alejandro Jodorowsky no pudiera concretar el proyecto. ¿Todavía nada? Bueno, entonces lea la siguiente entrada y conozco un poco más a este reputado director y luego vaya a ver alguna de sus películas.
De esta forma seguimos con esto que conocemos como Dichos del Director en el que Lynch habla sobre las obsesiones personales y cómo debemos afrontarlas.
A la gente no le gusta repetirse y a nadie le gusta hacer lo mismo una y otra vez. Al mismo tiempo, todo el mundo es un poco esclavo de sus gustos particulares. Es algo que hay que aceptar sin caer forzosamente en la trampa que supone. Todos los directores evolucionan, pero es un proceso lento, y no hay motivo para tratar de acelerarlo.
Resulta obvio que me gusta un determinado tipo de argumento, un determinado tipo de personaje. Hay detalles que vuelven en todas mis películas, como obsesiones. Pero ejemplo, me fascina la textura -me encanta esta palabra- y es algo que desempeña un papel importante en mis filmes; pero nunca es una decisión consciente. Siempre me doy cuenta después, nunca antes. Y ni siquiera creo que merezca la pena pensar en ello, porque, al final, no puedes hacer nada con tus obsesiones. Sólo puedes hablar de manera significativa de las cosas que te fascinan. Sólo puedes crear historias o personajes si estás enamorado de ellos. Es como las mujeres: a algunos hombres sólo les gustan y, de forma consciente o no, nunca tendrán una relación con una morena, hasta que quizás un día encuentren una morena tan especial que lo cambie todo.
Pasa lo mismo con las películas. Las opciones del director funcionan al mismo nivel obsesivo. Y no es algo que quizás debas tratar de evitar; al contrario, tienes que aceptarlo e, incluso, quizás explorarlo.