Desde que el senador James A. Bradley pusiera reparos a la visión de los tobillos y las enaguas de la bailarina Carmencita en una pieza de kinetoscopio de 1894, las imágenes en movimiento han sido sometidas a censura. El poder único de persuasión de las masas que se atribuye al cine lo ha hecho especialmente susceptible de ser proscrito y clasificado.
En otra entrega de las 100 ideas que cambiaron el Cine, hoy tenemos una con la que muchos de seguro no estarán de acuerdo y que se ha traspasado a otros medios como la televisión. Después del salto, sigue leyendo sobre el Cine y la Censura.
Idea n° 48 | La Censura: No ver lo malo
La censura es un instrumento de control que por lo general ha conllevado la eliminación de escenas no aceptables, la prohibición de películas enteras o el silenciamiento de artistas polémicos. El español Luis Buñuel fue uno de los muchos cineastas que sufrió el exilio en el siglo XX para conservar su libertad de expresión.
El inconformismo de Sergei Paradjanov y de Yilmaz Güney los llevó a la cárcel en la Unión Soviética y en Turquía, respectivamente. Sadao Yamanaka y Herbert Selpin pagaron con su vida por resistirse a la política oficial en el Japón militarista y la Alemania nazi.
Los países con industrias cinematográficas nacionalizadas tienden a desarrollar las formas más estrictas de censura. Pero las consideraciones religiosas y éticas a menudo dictan lo que puede verse en pantalla tanto como la conveniencia política.
Besarse estuvo prohibido durante mucho tiempo en las películas indias, y la aparición de mujeres en pantalla ha sido a menudo problemática para los cineastas musulmanes. Durante gran parte de la historia del Cine, la representación de la obscenidad, la irreverencia, la blasfemia, la criminalidad y la violencia han estado prohibidas, incluso en estados supuestamente liberales.
Hollywood ha tenido a menudo menos preocupación por el bienestar moral del público que por la rentabilidad de sus películas. Se hizo cada vez más audaz después de que una decisión del Tribunal Supremo en 1915 denegara a las películas la libertad de expresión. Pero una serie de escándalos que empañaron la reputación de la comunidad cinematográfica a principios de la década de 1920 persuadió a los estudios de que debían demostrar su contrición adoptando la lista de «prohibiciones y cautelas« redactada por Will H. Hays, de la Motion Picture Producers and Distributors Association.
Las películas habladas permitieron un debate más franco sobre los temas tabúes y, como resultado, Hollywood incurrió de nuevo en la ira de las fuerzas conservadoras. Pero hizo falta que la Catholic Legion of Decency amenazara con un boicot a nivel nacional en 1934 para que los magnates aceptaran el sistema voluntario de autorregulación conocido como Código de Producción [código Hays], que estipulaba que el guión de una película y la edición final tenían que ser aprobados por la oficina de Hays para poder estrenarse.
Además de ejercer un control moral, el Código también promovía el respeto a la Constitución, la ley, la religión, el matrimonio, la familia, y muchos lo culparon de impedir que Hollywood abordara cuestiones de peso de una manera realista. En 1968 fue abandonado para adoptar un sistema de clasificaciones, después de que las películas finalmente obtuvieran la protección de la primera enmienda por un fallo de 1952 y de que el mercado de las películas familiares hubiera quebrado por el advenimiento de la televisión.
El boom del entretenimiento doméstico de la década de 1980 precipitó varias crisis de censura. Así, el alarmismo de los tabloides obligó al hasta entonces pragmático British Board of Film Classification a colocar 18 certificados de contenido violento.
Lo cierto es que, mientras en todas partes se debate sobre la justificación de la censura más allá de la protección de los menores, en países como Irán, China, Malasia y Singapur la clase dirigente sigue determinando lo que puede mostrarse en las pantallas.
Salfate y su especial de Sexo y Censura en el Cine
Y antes de terminar, adjunto un video con el nunca bien ponderado Juan Andrés Salfate y su especial de Sexo y Censura en el Cine para el programa Así Somos del canal chileno La Red.
Recuerda que cada semana publicamos una de las 100 ideas que cambiaron la historia del Cine, y puedes compartirlas a través de tus redes sociales, como también dejar tus comentarios, justo acá abajo 🙂
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