Pocos espectadores jóvenes habrán oído hablar de Bout-de-Zan, Joe deebs, Philo Vance o Torchy Blane, ni muchos menos habrán visto alguna de sus películas. Pero estos personajes protagonizaron las películas en series precursoras de las megafranquicias que han dominado el modo de hacer de Hollywood desde el comienzo de la era de las películas taquilleras.
Hoy, en un día distinto de los martes pero en una nueva entrega de las 100 ideas que cambiaron el Cine, les invitamos a leer, ver y sobre todo compartir. Recuerda que cada artículo de estos te hará quedar como un master entre tus amigos 😀
Idea n° 53 | Películas en series: De Happy Hooligan a Harry Potter
Los personajes recurrentes habían sido comunes en la literatura barata y la prensa popular mucho antes que J. Stuart Blackton adquiriera en 1900 la popular tira cómica de Happy Hooligan para realizar 5 películas. Antes de la primera guerra mundial, el énfasis de muchas de las películas en series estadounidenses y europeas se puso claramente en el humor, con actores como Max Linder, Fatty Arbuckle y Charlie Chaplin, que adoptaban rasgos característicos en piezas de comedia slapstick con situaciones que a menudo derivaban tanto del personaje como de la propia situación.
Gilbert M. Anderson concibió a su vez la figura del «buen hombre malo» para sus westerns de Bronco Billy [1910 – 1916], y su éxito inspiró aventuras como The Hazards of Helen [1914 – 1917], que influyeron en la evolución de los seriales. Pero las series de acción ya se habían convertido en una parte integrante del cine francés gracias a Nick Carter [1908] y Zigomar [1911].
Se sucedieron las imitaciones, con el Dr. Gar-el-Hama [Dinamarca, 1911 – 1926], Stuart Webss [Alemania, 1914 – 1926] y Za-la-Mort [Italia, 1915 – 1924], y desde entonces han continuado prosperando las series en distintos géneros por todo el mundo, tanto si se centran en forzudos de la época clásica como Maciste, luchadores enmascarados como Santo, practicantes de artes marciales como Wong Fei-Hung, espadachines como Zatoichi, nativos norteamericanos como Winnetou o personajes macabros como Coffin Joe.
The Tale of Zatoichi 1962
Las producciones en serie de arte y ensayo, como la de Antoine Doinel [1959 – 1979], de Franςois Truffaut, han sido menos comunes, pues había menos riesgo en producir piezas populistas que se basaran en la comedia poco culta -como las películas de Carry On [Reino Unido, 1957 – 1992] y Le Gendarme de Saint-Tropez [Francia, 1964 – 1982]- o en escenarios domésticos construidos alrededor de personajes entrañables, como la banda Olsen [Dinamarca, 1968 – 2001] o Tora-san [Japón, 1969 – 1995].
Este tipo de producciones se retrotrae a la época dorada de Hollywood, cuando los dibujos animados, los cortometrajes de acción real y los largometrajes de segunda se presentaban en series para que, durante la Gran Depresión y los años de la guerra, la gente encontrara consuelo y contenido acorde con el precio que pagaba.
Tanto los estudios principales como los menores y los de serie B producían series de películas. Las protagonizadas por «el matrimonio Charles» o Andy Hardy de la MGM, Charlie Chan de la Fox, y las road movies concebidas para Bob Hope y Bing Crosby de la Paramount se pulían bastante más que las comedias de bajo presupuesto, las películas de suspenso, los westerns de serie B y las aventuras en la selva que producían a destajo Columbia, Universal, Monogram y Republic.
Pero la distribución de películas por paquetes garantizaba que el público llegara a ver la Mexicana Explosiva, los tres Mosquiteers, Boston Blackie y Blondie igual de a menudo que figuras más icónicas como Tarzán y Sherlock Holmes, lo cual no sólo garantizaba que todas las unidades estuvieran produciendo, sino también que los estudios pudieran insuflar nuevo talento en formatos seguros.
Varias series emigraron a la televisión, como Perry Mason, Dr. Kildarwe, El Santo y Lassie. De hecho, muchos formatos básicos de la pequeña pantalla, como los culebrones, la comedia de situación [SITCOM], el western de rancho o las series de policías, tienen sus raíces en las series de largomatrajes.
Star Trek, Los Muppets y Misión Imposible, hicieron más adelante el viaje opuesto, cuando el Hollywood de las multinacionales comenzó a basarse cada vez más en cadenas de secuelas de películas de terror, ciencia ficción, acción, policías, cómic y películas infantiles, además de series creadas como tales, como por ejemplo La Guerra de las Galaxias o Harry Potter. Esta última rivaliza con James Bond por ser la serie más rentable de toda la historia del Cine.
¿Cuál es tu película de serie o saga favorita y por qué?
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