Los Dichos del Editor traen nuevamente los comentarios de una mujer,la islandesa Valdís Óskarsdóttir, quien es la responsable de trabajos como Festen, Mifune y la película que arruinó a toda una generación de mujeres, Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos.
Óskarsdóttir nos cuenta en esta entrada como fue su acercamiento al trabajo de montaje, sus aspiraciones y anhelos, y luego como fue enfrentarse al desafío de montar la primera película Dogma.
Cuando me senté ante Steenbeck por primera vez, durante un seminario de cine en Estocolmo, en 1984, supe que había encontrado lo que quería hacer durante el resto de mi vida. Cuando regresé a Islandia hablé con todo el mundo de la industria cinematográfica y pregunté si me podrían dar trabajo como montadora. Pero siempre decían: «No, lo hacemos nosotros mismos». Así que decidí olvidarme del montaje cinematográfico y empecé a trabajar como fotógrafa en un periódico. Llevaba una semana trabajando cuando recibí una llamada de Thráinn Bertelsson, que me ofreció un trabajo en su película como auxiliar de cámara y para hacer la foto fija. Dije que sí sin pensarlo. Después del rodaje, trabajé como ayudante del montador y del montador de sonido. Tras este filme hice de ayudante en unas cuantas más, pero sabía que si quería ir en serio tendría que salir del país para aprender a montar. En Islandia no había forma de hacerlo.
El punto de inflexión llegó cuando fui a ver Amadeus. Recuerdo que al salir del cine pensé: «Jamás me convertiré en Salieri». Tenía claro que no quería ser envidiosa ni frustrada. Con el apoyo de Tómas Gislason, el montador con quien había trabajado, pedí una plaza en la Escuela Nacional de Cinematografía de Dinamarca en 1987, y me aceptaron. Ignoré por completo el hecho de que era una madre soltera con dos niños y me trasladé a Copenhague durante cuatro años.
Mientras estaba en la escuela, Tómas llevó a cabo una serie de entrevistas con algunos de los montadores más importantes de Estados Unidos. Yo monté el metraje junto a tres estudiantes más, y tuve la suerte de que me tocara Dede Allen. Se convirtió en mi mentora. Aprendí más montando su entrevista que durante los cuatro años de estudios. En las escuelas de cine pueden enseñarte técnica, pero no aprendes tempo ni ritmo; estás son cosas que tienes que llevar dentro, o tienes que aprenderlas y ejercitarlas por ti mismo. Yo interioricé todo lo que decía Dede. Me enseñó a no utilizar nunca música mientras monto, porque si se puede hacer que una escena funcione sin ella, funcionará perfectamente con música. Me enseño que montar escenas de acción es divertido, pero el diálogo es difícil, así que estudié en detalle cómo montaba ella los diálogos.
Otra cosa que me enseño Dede es que nunca hay que montar las escenas y escoger las mejores interpretaciones desde el principio. «Porque, ¿cómo puedes saber si una escena funciona si no la montas a conciencia?», decía. Tenía razón. La primera vez que me senté a montar un largometraje, estaba abrumada porque veía la cantidad de material con el que debía trabajar. Así que para no ponerme nerviosa, simplemente empecé con una escena, la terminé, tomé la siguiente y la concluí. Y sigo trabajando de esta forma. Nunca llegué a conocer a Dede, y me sabe mal. No tuve la oportunidad de darle las gracias por lo que hizo por mí.
Como Festen (1998) era una película del movimiento Dogma 95, tuve que leer las reglas sobre lo que podría o no podría hacer en el montaje. Sólo podía realizar cortes directos; no podría usar sonido de una toma para ponerlo en otra o utilizar música a menos que se hubiera grabado en la toma. Pero a excepción de todo esto, fue un trabajo muy liberador. Era algo totalmente nuevo, y sentía que podía hacer lo que me apeteciera en el montaje. Podría cruzar la línea, cortar adelante y atrás en un movimiento de cámara y utilizar jump cuts. De hecho, mi enfoque en cada escena fue preguntarme qué habría hecho habitualmente, y realizar justo lo contrario. Tal vez era un trabajo duro, pero para mí fue un juego, y me encantó.
Thomas Vinterberg rodó unas 56 horas de material para Festen, y cada escena estaba filmada con entre dos y seis cámara, y tenía que visionar cada toma de manera individual para encontrar lo que estaba buscando. Llevó tiempo, pero no fue tan difícil. El guión era muy compacto, y nada era improvisado, lo que facilitó mucho el trabajo. Aun así, lo redujimos; tuvimos que recortar, recolocar y suprimir muchas escenas. Incluso eliminamos un personaje por completo. Siempre se trató de lo que funcionaba para narrar la historia, y si había algo que no era útil en la narrativa, lo cortábamos.
Thomas y yo llevamos trabajando juntos desde 1995. Juntos hemos estado en el infierno y en el cielo. Nos queremos mucho, y podemos hablar y discutir todo lo que deseemos, y seguimos siendo muy buenos amigos. Aun así, precisé un par de películas para enseñarle a comportarse en una sala de montaje. Cuando terminé la primera versión de Festen, Thomas se sentaba a mi lado y a menudo me decía qué tenía que hacer y cómo. Es muy tedioso y molesto que los directores hagan eso. No tengo nada en contra que el director esté en la sala, siempre que esté en silencio mientras estoy trabajando. Cuando monto un película no estoy en este mundo; estoy en el mundo del cine y en la historia que estoy narrando. Si me interrumpen continuamente, no me puedo concentrar. Cuando te dicen lo que hay que hacer en todo momento, tu cerebro deja de funcionar.
3 comentarios
Renan, tradicionalmente el trabajo de montaje cinematográfico ha sido más de mujeres q de hombres, incluso hoy en día.
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weeeeena! Valdís Óskarsdóttir es otra de esas brisas frescas que las féminas han venido aportando hace sólo unas cuantas décadas (salvo honrosas excepciones), a un roñoso patrimonio creativo machista y homosexual en el mundo de las artes. Incluidas las re contadas historias de amor y odio.
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5…Incluidas las re contadas historias de amor y odio.
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Para entender por completo el articulo, tuve que echar mano a san google y leer varias entradas en distintas busquedas.
Ahora me siento afortunado de haberme topado con este articulo. Hoy se mas de Cine que ayer.