Detrás de todos los diálogos exacerbados, detrás de cada flashback, detrás de cada triquiñuela a la que Quentin Tarantino nos ha tenido acostumbrados durante estos últimos 20 años, había una mujer que supo sacarle el mejor partido al afiebrado estilo del director de Pulp Fiction y que contribuyó a construir el mito de Tarantino hasta Inglourious Basterds, nos referimos, obviamente, a Sally Menke, quien falleció inesperadamente en 2010.
Para los Dichos del Editor de esta semana rescatamos las palabras de Menke sobre cómo fue su acercamiento al montaje y cómo es la forma en que ella construye al personaje a través de la edición.
Comencé tomando algunos cursos en Atlanta, Georgia. Eran más teóricos que prácticos así que mientras los realizaba nunca me vi haciendo películas. Las observaba, las absorbía pero pensé que en mi podría hacer películas, especialmente porque mis padres eran profesores, la idea de hacer películas era en realidad algo raro.
Entonces, recibí la invitación para ir a la Universidad de Hampshire y tomar un curso de verano en el que terminé haciendo filmaciones experimentales. Fue algo realmente excitante. Estaba cautivada por todo el trabajo que hice con esos locos y salvajes realizadores experimentales. Luego de eso les dije a mis padres que tenía que ir a la NYU y fue algo muy grande porque no podía costearlo y tuve que conseguir una beca de estudiante. Pero, tan pronto como comencé con las clases en la NYU se convirtieron en algo adictivo. Lo que era grandioso en la NYU es que tenías de todo. Podías dirigir, podrías hacer el sonido, podías escribir un guión. Hacer películas se convirtió en algo que deseaba hacer.
Descubrí que era realmente mala en un montón de cosas. Pero, una de las que descubrí que me encantaban era editar. No sabía en ese momento que terminaría convirtiéndose en mi carrera pero lo amaba porque me gustaba manipular el material, especialmente cuando trabajaba con documentales. Por alguna razón la habilidad para manipular físicamente el material mientras editaba documentales era algo verdaderamente excitante para mí.
Amaba el control que podía tener y cómo podía contar historias con material que quizás no tenía ningún significado al estar en bruto, pero cuando pones las piezas juntas se vuelve algo poderoso. Fue una gran forma de acercarme al montaje porque aprendí a ser fluida con el material y no seguir un guión preestablecido. Podía re-interpretar lo que se me daba, lo que al final fue muy bueno para los con los que quería trabajar porque les gustaba ver experimentos.
Trabajar con documentales me ayudó a mirar el material sin nociones preconcebidas. Intento mirar todo el material diario y los distintos ángulos, incluso si son 20 tomas de un ángulo, sin una noción preconcebida de hacia dónde voy. Sé donde debe ir una escena, aunque en ocasiones, quizás no sea así porque el director cambió algo durante el rodaje. De cualquier forma, desde la toma uno a la toma veinte de un ángulo, comienzas a ver cómo el director está formando la presentación. Eso me ayuda en concentrarme en las cosas que construirán el personaje. Esas generalmente son cosas no dichas, el subtexto. Quizás incluso no sea el subtexto, en ocasiones quizás sean manierismos. Pero, de algún modo, ayudan a definir al personaje.
Cuando busco ubicar el personaje en el gran relato, miro el punto en la escena hacia donde quiero dirigir que todo el otro material converja. La llamo «toma maestra«. Quizás sea un plano cerrado de su mano en su sien. Puede ser un objeto en la mesa– es como construir un puzzle. La toma maestra contiene el corazón de la escena. Ese corazón, esa toma maestra, puede estar en cualquier parte de la escena. Nunca sé donde está hasta que he analizado todo el material. A veces, tengo que mirar todas las tomas una segunda vez y tomar muchas notas, así puedo recordar que, okay, esa línea de la toma tres realmente donde quiero que termine la escena. Vuelvo desde ese punto y construyo el resto de la escena.
Saludos.-
2 comentarios
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Es una locura ver todo el material antes de empezar a editar, pero realmente tiene sentido, es como un juego de ajedrez, todas las piezas están en juego, hay q aprender a tener conciencia y control sobre el tablero completo.
Gracias por los dichos !