Corría el año 1984 y precisamente un 26 de octubre, o sea mañana, nacía una película que supuso el lanzamiento de dos carreras meteóricas: la del director a la aristocracia de Hollywood y la del protagonista al gobierno de California. Además, se trata de una película que creó una parábola temporal mitológica futurista que todavía hoy resuena.
Probablemente sólo los editando boys se den el tiempo de recordar fechas ñoñas como estas, pero qué le vamos a hacer, después de todo, «para eso nos pagan» 😀
Terminator y sus 29 años de existencia
Teniendo siempre en cuenta que Terminator es una serie de películas, la primera cinta del ciclo presenta a un Schwarzenegger desnudo que llega del futuro, un cíborg programado para matar a Sarah Connor [Linda Hamilton] antes de que dé a luz a John Connor, futuro salvador del mundo de la dominación de las máquinas.
Schwarzenegger es una máquina de matar sin emociones, aparentemente imparable, con sorprendentes conocimientos sobre armas, capaz de autorrepararse, entre otras habilidades. Su implacable eficiencia asesina, sólo podrá ser derrotada por Sarah, su amante Kyle Reese [Biehn, un combatiente de la resistencia, también enviado desde el futuro, que engendrará a John] y el simple ingenio humano. Los saltos temporales del argumento permitirán revisitarlo en el futuro. Con los efectos y maquillajes a cargo del reconocido artista Stan Winston, sin duda es un clásico que te puedes repetir una y otra vez.
Terminator 2: El juicio final
[James Cameron, 1991], estrenada siete largos años después, da una ingeniosa vuelta de tuerca al argumento y los personajes. De nuevo, el cíborg de Schwarzenegger llega del futuro, pero esta vez para proteger al joven John Connor [Edward Furlong] de un cíborg superior [Robert Patrick], también enviado del futuro. Sorprendentes efectos de morphing [el despiadado cíbrog de Patrick puede transformarse en cualquier cosa, desde una baldosa hasta tu marido]se contraponen a la nueva humanidad, e incluso sentido del humor, de Schwarzenegger.
Terminator 3: La rebelión de las máquinas
[Jonathan Moostow, 2003] y Terminator Salvation [McG, 2009] padecieron la maldición de las secuelas: faltaba el director/guionista original y el protagonista estaba ahora demasiado ocupado gobernando California. Estas últimas películas se basaban en el mito del pasado y en los efectos especiales.
Terminator: «I’m Back»
¿Se podrían imaginar como Terminator a otro actor que no sea Schwarzenegger? Yo hice el intento pero no me resultó mucho. La carrera del viejo Arnold se inició en el mundo del físico culturismo [5 veces Mr. Universo y 7 veces Mr. Olimpia], con Stay Hungry [Bob Rafelson, 1976] y el documental Pumping Iron [George Butler/Robert Fiore, 1977]. Pequeños papeles de matón y socorrista le llevaron hasta Hollywood. Fue «Conan, el bárbaro» [John Milius, 1982] y se convirtió en héroe fantástico de serie B.
Después de Terminator, Schwarzenegger participó en varias películas de acción sólo un poco más inteligentes, como Desafío Total [Paul Verhoeven, 1990] y Mentiras Verdaderas [James Cameron, 1994], frente a personajes más cómicos y amables en «Gemelos» [Ivan Reitman, 1988], Un Detective en el Kinder de 1990 y Junior en 1994.
Es como si en una elegante pose de físico culturista quisiese abarcar desde el personaje superhumano hasta el inhumano, pasando por el, más que humano.
Si fuiste de los que modificaron su adolescencia con el primer Terminator entonces, eres de los nuestros y para ti, este humilde homenaje recordatorio sobre una saga que, como muchas, partió con todo el power y se fue desinflando estrepitosamente con el correr de las versiones.
¿Que es lo que más recuerdas de Terminator?
Esperamos como siempre sus comentarios!
1 comentario
En Terminator 2 en la escena de la fundición, el dedo pulgar de Arnlod……lo arruina todo… o (la incontinencia del humor norteamericano).Como todas las sagas la primera es la mejor…como en todo.