Sólo han sobrevivido la mitad de los 21.000 largometrajes producidos en Estados Unidos antes de 1951. Estas piezas se filmaron en películas de nitrato de celulosa, material inflamable e inestable. Eastman Kodak introdujo una película de acetato de celulosa resistente al fuego en 1909, cuatro décadas antes de que la industria hiciera finalmente la transición a las películas seguras.
Como cada semana y en nuestro afán de compartir más que sólo memes y virales desde Internet, te dejamos con una más de las 100 ideas que cambiaron para siempre la historia del cine, en tu sitio audiovisual regalón!
Idea n° 71 | Las películas seguras: Preservación de un arte perecedero
Las imágenes en movimiento sólo se hicieron factibles tras la invención de una película flexible que podía pasar de forma intermitente por el mecanismo de la cámara a una velocidad de 16-20 fotogramas por segundo. John Carbutt, Hannibal Goodwin y Henry Reichenbach contribuyeron a la evolución del celuloide, pero fue la empresa Kodak, de George Eastman, la que se benefició de su lanzamiento en 1889.
Las primeras películas ortocromáticas producían imágenes luminosas. Pero la base sobre la que iba la emulsión contenía sales de plata sensibles a la luz que eran proclives a inflamarse a temperaturas tan bajas como 40° C, y que desprendían humos tóxicos al arder virulentamente.
Lo cierto es que, a pesar de que en 1897 murieron 180 personas en una proyección benéfica en París, y 77 niños en el Laurier Palace Cinema de Montreal en 1927, los cineastas siguieron prefiriendo el nitrato porque era más flexible y fácil de empalmar, menos proclive a encogerse u ondularse, y más duradero que el acetato. Además, las nuevas películas pancromáticas podían conseguir imágenes monocromas intensas y de alto contraste.
VIDEO | Tarantino y la masacre en el Cine
Mélanie Laurent emplea película inflamable para hacer volar por los aires su cine y matar a Hitler y sus cohortes en «Bastardos Sin Gloria» de Quentin Tarantino en 2009.
Sin embargo, en 1948, Eastman Kodak se pasó a una nueva película más segura [la llamada Improved Safety Base Motion Picture Film]y, en cuatro años, la producción mundial cambió al nuevo formato. Pronto se hizo evidente que las cámaras de los estudios donde se guardaban las películas de nitrato estaban llenas de rollos en descomposición.
Al principio, la película empezaba a encogerse, con lo que disminuía la distancia entre las perforaciones y se hacía imposible la proyección. Esta descomposición causaba la emisión de dióxido de nitrógeno, que reaccionaba con el agua de la gelatina y formaba ácidos nitrosos y nítricos que corroían las imágenes. Las películas se volvían cada vez más pegajosas y resultaba difícil desenrollarlas, y la formación de una costra quebradiza era el síntoma inequívoco de que la película estaba condenada a desaparecer.
Los incendios en los archivos también mermaron el legado cinematográfico a lo largo de la siguiente mitad del siglo. El triacetato propionato y butirato de celulosa reducían los riesgos inherentes de la creación, almacenamiento y proyección de películas, pero también tenían problemas propios. Con la excepción del Technicolor, los colores se apagaban con alarmante rapidez, y producían olores rancios o a vinagre.
VIDEO | «Decasia» Director Bill Morrisson – 2002
En Decasia, Bill Morrisson utilizó película de nitrato para analizar el deterioro, la fugacidad de la vida y la transitoriedad de la memoria.
En la década de 1990 se introdujo el poliéster, pero aunque su resistencia lo hacía ideal para la proyección, las probabilidades de que dañara las cámaras lo hicieron menos apropiado para los rodajes. Incluso la preservación digital tiene sus defectos, pues no sólo es costosa, sino que los distintos bits y bytes son también vulnerables al «deterioro digital», además de que el hardware y el software son susceptibles de un rápido proceso de obsolescencia.
Se cree que alrededor de un 80% de las películas que se rodaron entre 1890 y 1930 se han perdido para siempre. Incluso si se dispusiera de suficiente financiación para preservar las películas de nitrato y acetato que han sobrevivido, las copias digitales estarían a varias generaciones de distancia de los negativos originales y sólo se vería una fracción de ellas: tal es el énfasis que se otorga a los clásicos canónicos del cine mundial que ni siquiera los especialistas suelen aventurarse en busca de las olvidadas joyas que podrían quizá reescribir la historia del cine.
La próxima semana, puedes pasar por una nueva idea, cada martes en tu blog audiovisual de cabecera!