La era de las películas taquilleras comenzó en la década de 1970. Ha dado origen a varios filmes emblemáticos, pero son muchos los que lamentan la cada vez mayor dependencia del cine mayoritario en obras anteriores que ya han sido un éxito, el énfasis en ideas argumentales originales en detrimento del desarrollo de los personajes, los efectos especiales, la publicidad encubierta, el merchandising, los remakes y las secuelas. Hay quien culpa a estas películas de rebajar el nivel del cine en su intento por captar a los jóvenes.
Hace unos días y con motivo del 4 de mayo, día que la masa ñoña conmemora como el Star Wars Day, usé el término Blockbuster explicando que así es como se conoce a las películas taquilleras. Pues bien, considerando que sólo eso tal vez no sea suficiente, aprovecho un nuevo martes de historia para profundizar un poco con motivo de las 100 ideas que cambiaron el Cine. Vamos a ello!
idea n° 87 | Las películas taquilleras: Grandes presupuestos, mercado de masas
La naturaleza de las películas taquilleras está evolucionando sin cesar. Hollywood solía proporcionar sus filmes más prestigiosos presentándolos en cines de grandes ciudades, con precios de entrada hinchados, para crear expectación sobre ellos antes de estrenarlos en las salas más pequeñas donde la mayoría de los espectadores ven las películas.
Pero cuando el productor independiente David O. Selznik estrenó «Duelo al Sol» en 1946, simultáneamente en todo el país, acompañándolo de una oleada de publicidad, se estableció una tendencia que se reviviría a mediados de la década de 1970 para contrarrestar la crisis financiera que causó el colapso del Studio System.
El Padrino [1972], de Francis Ford Coppola, fue la primera película taquillera moderna. Tiburón [1975], de Steven Spielberg, y La Guerra de las Galaxias en 1977, de George Lucas, capturaron la imaginación de los espectadores más jóvenes, que se convertirían en la audiencia principal del New Hollywood. Y no sólo verían estas «películas-eventos» varias veces [a menudo en los multicines de los nuevos centros comerciales], sino que además comprarían novelizaciones de las películas, cómics, álbumes de bandas sonoras, muñecos de los personajes, videojuegos y productos de comida rápida, y acudirían a las atracciones relacionadas con los parques temáticos.
Pero las películas taquilleras no sólo engendrarían una nueva hornada de fans. Desde la prohibición de la integración vertical de finales de la década de 1940, las películas habían empezado a hacerse con paquetes: el reparto y los equipos provenían de la misma agencia de talentos, y los estudios aportaban tan sólo las instalaciones, la financiación y el marketing. En un principio, este nuevo acercamiento daba a las estrellas capaces de sostener una película un poder tremendo, con una remuneración acorde.
A medida que la acción, cada vez más fantástica, empezó a depender más del argumento que del desarrollo de los personajes, el énfasis se puso en la espectacularidad de los elementos visuales, en su mayoría generados por ordenador. Hollywood dejó poco a poco de ser centro de producción, pues cada vez más películas se rodaban en las localizaciones reales o en estudios extranjeros que permitían reducir los gastos.
Sobre el término Blockbuster
Según Suite.net el término era utilizado por la milicia norteamericana para referirse a las bombas que pesaban más de 4000 lbs, que se usaban en la segunda guerra mundial.
Fue así como ya desde inicios de la segunda guerra algunos filmes eran denominados «Blockbusters», por el éxito rotundo de taquilla que habrían cosechado. Uno de estos ejemplos es “Lo que el viento se llevó”, estrenada un 15 de diciembre del año 1939, tres meses después de iniciada la guerra. Con un presupuesto de U$S 3.900.000, obtuvo una ganancia de U$S945.000 en tan sólo tres días. La rentabilidad total de la película, teniendo en cuenta todos sus re-estrenos [en los años 1947, 1954, 1961, 1967, 1989 y 1998 respectivamente]ascendería a los U$S 198.680.470 ¡sólo en los Estados Unidos!
El formato tradicional de estreno también se revisó. Durante la era de los grandes estudios, a las películas se les daba tiempo de buscar audiencia. Sin embargo, al estrenar simultáneamente Tiburón en 464 salas, la Universal diseñó la estrategia de saturación que ha sido desde entonces la norma para que una película sea taquillera, si bien no inmune a la crítica. Además, al vender 25 millones de entradas en 38 días, los productores Richard Zanuck y David Brown demostraron que los estrenos estivales podían ser tan rentables como los de fin de año.
A propósito de películas taquilleras
Un video del recuerdo en donde la dupla MOZA comenta algunas de las trilogías más recordadas de la historia. Disfruten!
En la actualidad, los estudios, alérgicos a los riesgos, someten todas las películas de gran presupuesto a proyecciones de prueba para garantizar que gusten. De todos modos, siguen también invirtiendo grandes sumas en estrenos ostentosos, campañas publicitarias multiplataforma, apariciones personales y perfiles más entrevistas en la prensa escrita.
La película taquillera, que constituye casi un género en sí misma, no es exclusiva de Hollywood. Al perpetuar el mito de la película grande, los estudios han pecado a menudo de estrechez mental. Pero aunque las películas taquilleras pueden haber contribuido a la infantilización del cine, a menudo tienen tanta integridad artística como las obras más elogiadas por los críticos.
¿Cuál es tu película taquillera favorita?
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