Amukan, la nueva película De Francisco Toro Lessen se estrenará estrenará el próximo martes 17 de diciembre. A continuación le contamos nuestras impresiones sobre ella y todas las coordinadas para asistir al evento.
La confusión es algo que habita en nuestro interior y que no podemos sacar a la luz. Llega un momento en nuestras vidas en la que debemos enfrentarnos a ella porque no sabemos que es lo que queremos, no entendemos nuestro lugar en el mundo y debemos luchar con monstruos grandes y que pisan fuerte como las tradiciones ancestrales, las expectativas de nuestros padres, cumplir con los doce juegos, convertirse en una persona respetable, ganar dinero, casarse, tener hijos, y morir. Por momentos parece que lo único que podemos hacer es seguir la vida cumpliendo con lo que se espera de nosotros y no tenemos modo de cambiarlo. Sería hermoso tener una sibila a nuestro lado que nos guiase por los oscuros caminos de la vida y nos llevase a esa iluminación condensada en el grabado del templo de Delfos «conócete a ti mismo»
Esta lucha por la iluminación es el tema que persigue el cine de Francisco Toro, quien ya sea en sus documentales como Wallmapu Kimun (2009) o en su ficción anterior Konün Wenu (2012) explora como sus protagonistas deben realizar una búsqueda introspectiva en aras de conseguir conocerse a si mismos. Con Amukan (2019) vuelve a explorar esto pero ya no desde la perspectiva de un viejo que vuelve a recorrer los caminos ancestrales o la de un niño buscando entender la muerte, sino desde un adolescente cuyo mundo no es el mismo que el su familia.
Filmada en Alto Biobio, Amukan nos cuenta la historia de Nekul, un muchacho que vive entre las montañas y se encarga de cuidar a su familia mientras su padre se ausenta por temas laborales. Pese a vivir en un entorno que muchos calificarían de idílico para él son las murallas que no lo dejan huir del peso de la tradición y la sumisión al orden patriarcal.
Un día el padre regresa con la noticia que Nekul se irá con él a trabajar en la construcción del camino que les permitirá conectarse con mayor facilidad con la civilización. El joven acepta estoicamente los designios del padre y se une a estas tareas.
En los primeros minutos de la película Nekul (Pedro Manquepi) reflexiona sobre los muchos caminos que hay en la montaña pero que no puede recorrerlos porque el suyo ya está trazado, solo el hecho fortuito de seguir a su padre al trabajo es lo que le permite vislumbrar otras oportunidades, recibir consejos de alguien ajeno a ese mundo, palabras que resuenan en su interior.
Todo el viaje de Nekul habla sobre esta lucha contra lo impuesto. No es un combate explosivo ni grandilocuente, el trabajo de Toro tiene un ritmo calmado y sereno, como el Río Biobio que Nekul y su hermano recorren durante la película, pero que no duda en empujar a su protagonista al vacío, a dejar su mundo atrás a cambio de un futuro incierto.
Ver Amukan es una experiencia cinematográfica real. Estas no son palabras baladí dichas solo por un afán chovinista por ser una película realizada en la región, sino que tiene que ver con los resultados que consigue el equipo y como se preocuparon hasta el mínimo detalle. Su fotografía es impresionante, consiguiendo momentos de belleza que no han pasado desapercibidos, la Film Commission le brindó el Premio Kinema hace unas semanas atrás, además el diseño de sonido es apabullante, lo que permite que por un instante podamos transportarnos a las altas montañas de la cordillera de los Andes. Amukan pese a que tiene un carácter contemplativo y observacional no se hace pesada de ver gracias a su montaje y gracias a lo anterior, hay tanto que ver en cada plano que no podemos más que entregarnos a este paisaje y ver como la vida de Nekul avanza delante nuestro.
No puedo terminar esto sin hablar del elenco. La mayoría de los personajes de Amukan están interpretados por actores naturales, la familia Manquepi, en la que Jorge Manquepi y Lucrecia Paine y sus hijos Pedro, Julio y Natalia se convierten en la familia de Nekul y no deja de sorprenderme lo que consiguen. Personas sencillas que ven como su mundo desaparece aceptan la invitación de contar una historia que es un pequeño gesto para demostrar que son un pueblo que sigue existiendo, que sigue resistiendo.
Hay dos palabras que si uno busca sus definiciones en la RAE ofrecen el mismo significado, alteridad y otredad, que es la «condición de ser otro». Pero aunque ambas compartan la definición hablan de fenómenos distintos. Simplificando todo, lo que diferencia los términos es que aunque ambos reconocen la existencia del otro, la alteridad busca ver al otro a través de la empatía, a entender lo que significa ser ese otro y no solo mostrarlo y festinar de eso. Francisco Toro y su equipo llevan más de una década colaborando con la familia Manquepi, se han apoyado en los momentos difíciles y han compartido las alegrías que gracias a esta película están llegando. Esto no hace que Amukan sea una mejor película, pero si habla de como a través del cine realmente se puede cambiar el mundo, aunque sea una familia a la vez.
Amukan tendrá su estreno en Concepción el martes 17 de diciembre a las 20 horas en el Teatro Biobio. La entrada es libre y gratuita previo retiro de entradas en la boletería del teatro.
Duración: 78 min. Año de Producción: 2019. País: Chile. Dirección y Guión: Francisco Toro Lessen. Elenco: Pedro Manquepi, Jorge Manquepi, Julio Manquepi, Lucrecia Paine, Natalia Manquepi, Luis Corvalán. Montaje: Fernando Epstein, Francisco Toro, Eduardo Villalobos. Producción Ejecutiva: Eduardo Villalobos, Nicole Perez. Fotografía y Cámara: Jorge Aguilar. Sonido Directo: Pablo Pinochet. Producción General: Ramón Ávila. Post-Producción Imagen: Filmo Estudio. Post-Producción Sonido: Laboratorio de Sonido. Diseño Sonoro: Pablo Pinochet. Fondos: Ministerio de las Culturas. Empresas Productoras: Molotov Cine, Imaginaria Audiovisual.