Películas como «Acorazado Potemkim» [de Su Excelencia], «El Nacimiento de una Nación», «Sed de Mal», «Amor sin Barreras» y un tremendo número de filmes que podríamos describir convirtiendo esta entrada en una larga lista de clásicos, se mantienen vigentes y como pieza de estudio obligado en las escuelas audiovisuales hasta el día de hoy, por haber aportado a la industria y el lenguaje del cine de distintas maneras.
De todas, una de las más reconocidas, cumple hoy la no despreciable edad de 70 años desde su estreno en Estados Unidos, un 1 de Mayo de 1941. Algunos motivos del por qué después de 70 años logra tal nivel de importancia, te los entregamos como siempre después del salto. Sigue Leyendo!
Es cierto que rara vez publicamos un domingo [comúnmente el día más bajo en visitas], pero esta vez la ocasión meritaba un esfuerzo adicional. Así que no importa el día en que leas esta entrada, compártela para que el esfuerzo valga la pena. 🙂
Feliz 70 Años «Ciudadano Kane»
En la época globalizada en que nos movemos, la opinión que tenemos de los medios de comunicación podría verse ligeramente modificada al compararla con la que tenían generaciones anteriores, cuando la era de la información todavía no decía presente. De todos modos, buena parte de la percepción generalizada hacia el periodismo y los medios, se la debemos a películas como «El Ciudadano Kane».
¿Quién es Kane?
La película cuenta la historia del magnate de la prensa gráfica Charles Foster Kane [Encarnado por el propio Orson Welles y cuyo trabajo le valió una nominación al Oscar] quien muere rodeado de sirvientes pero solitario, en su mansión. Su última palabra es «Rosebud». Con este único dato, un periodista inicia la búsqueda de su significado y de todo lo que pueda encontrar asociado a él.
Investiga entre quienes vivieron y trabajaron con Kane, en el transcurso de la investigación, van poco a poco apareciendo vivencias que ayudan a descubrir la compleja personalidad del millonario. Pero nadie puede aportar datos sobre esa misteriosa palabra. Sólo el espectador conocerá su origen y significado que engloba temas como el anhelo de las cosas perdidas y los valores realmente importantes.
A continuación «El Ciudadano Kane», Trailer Oficial en Inglés para que puedas ver un poco del trabajo realizado.
Aportes de «El Ciudadano Kane» al Cine
¿A cuántos de acá les suena la revista Cahiers du Cinéma? Espero que a muchos, si no, no se preocupen que yo recién vine a saber de ella la vez que leí «Chile v/s Hollywood» del periodista Daniel Olave. [ya saben que los cinéfilos de acá son Jorge Meza y Daniel Mora]
André Bazin fue un teórico y crítico cinematográfico francés, quien junto a Jacques Doniol-Valcrose fundó en 1951 la revista anteriormente citada, «Cahiers du Cinema» o como diríamos en buen Chileno, Carretes de Cine. En uno de sus tantos escritos tocó precisamente el tema de «Ciudadano Kane» y su aporte al Cine, por lo tanto, les dejo a continuación algunas citas:
Hacia 1937, la producción de Hollywood alcanza un alto punto de perfección y sobre todo de equilibrio, es decir, de clasicismo. A partir de aquí las condiciones históricas existentes hacían prever una decadencia que hubiera sido inevitable si algunas obras geniales o al menos profundamente originales no hubieran venido a regenerar la inspiración y la técnica, a sacudir hábitos que ya rozaban lo convencional, a provocar una de esas transformaciones del gusto que están en el inicio de todas las nuevas corrientes artísticas.
Sería sin duda excesivo hacer del famoso film de Welles el punto de partida de todo el nuevo cine americano. Pero sí hay que considerarlo como la más significativa y sobre todo la más eficaz de las agresiones infligidas a los viejos, intocables principios. Además, considerando su faceta positiva, supone una aportación estilística e intelectual considerable y fecunda.
Citan además en la revista Criterio de Argentina:
Pero más que destruir convencionalismos, lo que El ciudadano Kane hizo y su director, fue aportar opciones narrativas o consolidar y dar categoría de valor estético a experiencias realizadas hasta entonces con timidez.
Por ejemplo, el uso del flashback, que había sido empleado de manera elemental. Para Orson Welles no fue sólo una cuestión de virtuosismo, sino que lo incorpora al lenguaje cinematográfico habitual y lo eleva a la dignidad de categoría metafísica.
Es lícito preguntarse qué hubiese ocurrido de filmarse la película con un registro lineal, en lugar de desplegar el puzzle que lo estructura. Habría resultado otro filme.
Durante el año transcurrido entre su arribo a Hollywood y el inicio del rodaje, Welles se hizo proyectar en privado numerosas películas mudas y sonoras, para observar sus estilos y formas narrativas. Fue su aprendizaje del lenguaje del cine. Se sabe, por ejemplo, que vio varias veces La diligencia, el emblemático western realizado en 1929 por John Ford.
También revisó las formas de iluminar, de usar la cámara y las técnicas de sonido. Y se rodeó de colaboradores con talento y de confianza: el compositor Benard Hermann, el montajista Robert Wise y, en especial, del célebre fotógrafo ruso Gregg Toland, que ya había utilizado la técnica del deep focus o profundidad de campo en filmes de Ford y William Wyler.
Este recurso permitía registrar simultáneamente objetos y personajes cercanos y más alejados sin perder la definición de las imágenes, mover la cámara en el decorado durante varios minutos sin necesidad de practicar cortes y realizar una síntesis visual que la teoría del cine denominó plano-secuencia y montaje dentro del cuadro. Un ejemplo en la película, es la secuencia del envenenamiento de Susan.
Este recurso también tuvo incidencia sobre la escenografía y el montaje. Welles, además, utilizó ángulos de cámara bajos, forzando la construcción de techos para los decorados, lo que llevaba a significar una limitación psicológica del protagonista.
Por otra parte, la multiplicidad de los puntos de vista y la descomposición del tiempo mediante el flashback eran recursos que Welles no inventó, pero incorporó de una manera natural, audaz y sistemática.
Un ejemplo son los cuatro diálogos que Kane mantiene con su esposa durante un desayuno, que ilustran cuatro etapas del creciente deterioro de la relación entre ambos, que van desde la felicidad inicial hasta la frialdad más absoluta.
Después de todo esto, recuerdo que «El Ciudadano Kane» y Orson Wells son también tema de escritura en el libro del escritor Chileno Mario Valdovinos, «No Leí el Libro pero vi la Película», mismo que alguna vez recomendamos y que me veré forzado a compartir con ustedes más adelante. Todo porque Orson Wells simplemente se lo merece.
Salu2
1 comentario
DEFINITIVAMENTE ORSON ES EL PADRE DE LA REALIZACION….NO HAY UN PLANO QUE NO EXPRESE PERFECCION ..TODO EN ESTA PELICULA SE VE HASTA EL DIA DE HOY.