El fin de semana pasado, cuando Steven Spielberg celebraba su cumpleaños número 65, les contamos sobre los próximos estrenos y trabajos que el director se tenía entre manos. Hoy es el turno de «War Horse», la adaptación de la novela de Michael Morpurgo, con la que Spielberg resucita el Cine más melodramático. Sigue leyendo para saber de qué viene y ver el trailer oficial. 🙂
A la hora de llevar el relato a la gran pantalla, Steven Spielberg se fue por el camino opuesto a la obra teatral que desde hace un tiempo se presenta en Londres y New York y que desde una perspectiva visual contemporánea – escasez de decorados, marionetas gigantes controladas por humanos visibles en el escenario, retroproyecciones escénicas… – narra la historia de amistad entre Albert y su caballo Joey, en la Inglaterra de finales de la segunda década del siglo XX.
Con la intención de crear una cinta melodramática inspirada en el cine clásico de Hollywood, el de cineastas como John Ford [The Quiet Man] o Victor Fleming [Gone with the Wind], con situaciones de extrema intensidad emocional, fotografía preciosista y música exaltadora.
De ahí que War Horse no sea un filme apto para cínicos: su sencillez argumental, que muchos podrían definir como cursi, y su interés por exprimir y, por qué no, manipular descaradamente las emociones de la audiencia son indudables.
Ojo que este Párrafo Contiene ligero Spoiler
War Horse, que se estrena el domingo en Estados Unidos y México y sólo en Febrero para Chile, ha sido clasificada PG-13, contiene incontables secuencias que solo pueden calificarse de magistrales, la mayoría de las cuales acontecen durante la Primera Guerra Mundial: el duro episodio de los dos hermanos soldados alemanes, la determinación de Joey por liderar el traslado de cañones en el barro, su liberación tras quedar atrapado por parte de un solados alemán y otro inglés y, especialmente, la huída del equino galopando por trincheras en pleno ataque -una secuencia que se puede considerar como una de las mejores en la carrera de Steven Spielberg… sino la mejor.
En cierta forma, se podría decir que Steven Spielberg no tiene vergüenza alguna a la hora de arrastrar al espectador a un mundo de clichés visuales y narrativos que, seamos claros, integran un conjunto de indudable emotividad y extraordinario poder visual. ¿Qué más se le puede pedir al cine?
texto vía impre.com