Si ayer @bassofia nos sorprendió con la mejor pelea de ninjas de la historia del cine, yo no puedo quedarme atrás sin traer algo igual de espectacular, algo tan sublime como la Balada de Bilbo Bolsón interpretada por Leonard Nimoy. y como ya imaginan es la adaptación animada del libro de J.R.R. Tolkien, El Hobbit.
En 1964, año en que los Beatles la rompen en el programa de Ed Sullivan, aparece el primer comic de Daredevil y Jean Luc Godard presenta la grandiosa Bande à part, ocurre un hecho poco conocido dentro de la historia del septimo arte, William L. Snyder, colaborador habitual de Gene Deitch (responsable del resurgimiento de Tom & Jerry a mediados de los 60) se le ocurrió adaptar El Hobbit. Deitch, motivado por el entusiasmo de Snyder se embarcó en el proyecto y cuenta lo siguiente:
«Estábamos ya inmersos en el guión de ‘El Hobbit’ cuando ‘El Señor de los Anillos’ llegó en las ediciones de bolsillo. Siguiendo el deseo de Snyder, nos habíamos tomado algunas libertades con la historia que algunos años más tarde sería motivo de quema en la hoguera. Por ejemplo, había producido algunas canciones, cambiado algunos nombres de personajes, jugado libremente con la trama general, ¡e incluso había creado el personaje de una niña, nada menos que una princesa, para que formase parte de la búsqueda, y más tarde, terminar con la soltería de Bilbo!
Cuando me hice con un ejemplar y leí ‘El Señor de los Anillos’ me di cuenta de que lidiaba con algo más magnífico de lo que podía ver en ‘El Hobbit’, y trasladé algunos elementos de este libro a mi guión, para lógicamente, preparar el terreno hacia una secuela.»
Decir adaptación libre es poco, pero no nos adelantemos. Durante la producción, Snyder se vio sin auspiciadores para el proyecto, pero él ya sabía que lo que tenía entre manos era algo grande y que los derechos que había comprado a precio de huevo ahora tendrían un importante aumento de valor.
Tras meses sin contactarse con Deich, Snyder le dice que deben educir el metraje a 12 minutos, animarlo, incluir voces y editarlo en treinta días. ¿Los motivos? Esta era la única forma de mantener los derechos de la obra de Tolkien el tiempo suficiente para poder venderla. Así explica Deich como fue esta situación
«Lo que ocurrió es que mientras, la locura que despertó Tolkien explotó por fin de modo increíble, y el valor de los derechos de adaptación se catapultaron. De repente, Bill tuvo la posibilidad de conseguir un gran beneficio sin tener que financiar ni producir nada.
¿Por qué invertir dinero, trabajar durante un año y medio,… cuando puedes hacer dinero sin todo ese jaleo? Los abogados del Tolkien Estate no sólo le habían dado los derechos por , sino que en su ignorancia sobre la terminología del mundo del cine, habían dejado un agujero de un millón de dólares en el contrato: Para mantener su opción en los derechos de ‘El Señor de los Anillos’, Snyder sólo tenía que ‘producir una película en color’ de ‘El Hobbit’, como máximo al 30 de junio de 1966. ¡No decían si esa película debía ser animada, o cuánto debía durar!»
Finalmente el año en que los Beatles presentan Revolver; El Devorador de Mundo, Galactus llega por primera vez a zamparse la tierra, y Godard estrena la también grandiosa Made in USA, Snyder y Deich presentan finalmente su versión bastarda de «El Hobbit».
Un trabajo totalmente rudimentario, alejado completamente de la mitología creada por Tolkien y que sólo busco beneficios económicos, pero que hoy recordamos como una interesante anécdota que si se atreven, pueden disfrutar en el siguiente video.
Saludos.-