Al igual que hicimos con las citas de Alfred Hitchcock y Pedro Chaskel, hoy recordamos las palabras que Raúl Ruiz plasmó en su reconocido libro «La Poética del Cine», en la que incluso nos deja una tarea para la casa.
«El mundo es ruidoso, cada plano, siendo registro, copia del mundo, tiene ruidos que le son propios. También evoca ruidos. Un plano mudo tiene ruidos tácitos. Hay dos tipos de ruidos que coexisten en todo plano: el que envuelve la totalidad del plano y el que atrae la atención hacia una parte -los pasos de alguien en el fondo del cuadro o simplemente ruidos mentales. Todos estos tipos de sonidos hay que coordinarlos siguiendo un criterio global. Una idea estratégica de la totalidad de la banda sonora. Yo a menudo me propongo musicalizarlos, es decir darle una estructura, una perspectiva que se someta a tal estructura. Sirve mucho para esto desarreglar la perspectiva sonora natural, es decir, la sonorización de las cosas que están cerca de cámara más fuertes y las que están más lejos, menos audibles, hasta llegar al rumor de fondo. La inversión de la pesrpectiva puede dar la ilusión de contracampo aunque la cámara no se mueva. Es, por decirlo así, un cambio de foco sonoro.
Pero habrá que examinar de cerca los ruidos mentales, los sonidos, voces o música que una imagen evoca. Y de los objetos sonoros: parejas o grupos que toman cuerpo y se pasean por el set de imágenes sin integrarse en ninguna parte y despertando la imaginación. Hay también que llamar la atención de sobre las parejas objeto-sonido. Un sonido ligado a un objeto particular: un huevo-campana, un lapicero gallina, un dedo-meón, una lámpara-campanilla.
Tarea: filmar tres escenas diferentes que tengan la misma banda de sonido.»
Raúl Ruiz, Poetique du cinema 2. París. Editorial Dis Voir, 2007.
Saludos.-