Vuelve una de las columnas que tal vez no genere comentarios, pero sí un importante patrimonio para este humilde blog audiovisual conocido en el mundo entero como Editando.cl
Para hoy en Cine y Discurso, Francisco Toro teclea apasionado y furibundo sobre una película Danesa del año 2000 y que vino a ser la última de la trilogía «Corazón dorado» del citado director. Protagonizada por la cantante Björk, ya sea que la haya visto o no «Dancer in the Dark», es su deber moral leer lo que se viene después del salto.
Bailarina en la oscuridad
[por Francisco Toro]Porque nada será perfecto, porque la bondad siempre es pagada con odio, el cariño con mentiras, porque la naturaleza humana es corrupta y malévola. Y quien soy yo para decirlo si soy hijo de la misma raza maldita. Selma perdónanos pero no podemos hacer otra cosa, la culpa es de tu infame padre Lars Von trier.
De ternura cautivadora, pureza y buen corazón, vehículo construido por Von trier para desvestir, empelotar, enfrentar la actitud intrínseca del hombre por destruirlo todo.
Selma, inmigrante checa y madre soltera, trabaja en una fábrica de la Norteamérica profunda. El único consuelo de su vida miserable es su pasión por la música, sobre todo por los grandes musicales de Hollywood. Pero Selma guarda un secreto, está quedándose ciega y su hijo correrá la misma suerte, salvo que consiga reunir el dinero suficiente para operarlo, lo que obliga a Selma a trabajar a destajo.
La desgracia se ceba en ella: un policía vecino suyo con problemas económicos la acusa falsamente de haberle robado y, entonces, la dramática existencia de Selma, dulcificada sólo por los números musicales que se suceden en su imaginación, cobra tintes de tragedia, desembocando en un final apoteósico en el que la muerte es, a la vez, castigo y liberación.
El viaje hacia la tierra de las oportunidades, hacia el norte del nuevo mundo por parte de Selma, debió ser un viaje de ilusiones, de sueños y anhelos, sueños y anhelos que comenzaron a cubrirse poco a poco por la mano de la historia, del destino, de una herencia imposible de ser huida, la oscuridad inevitable.
Sus fuerzas y su vida completa enfocada en hacer que su historia no se repitiera en su hijo es su objetivo. Es por esto que oculta su “discapacidad emergente” del mundo, y construye bajo sus capacidades un ideal desde los sonidos. Construye un mundo en que ella sí está cómoda, donde ella es feliz.
Es para rasgar vestiduras la puesta en escena, una propuesta con una estética cercana al dogma, con elementos de musical enraizados en un drama desgarrador, ironía al estúpido americanismo, bajo la presencia continua de un diálogo entre la oscuridad y la luz del personaje, de las contradicciones de su ambiente.
Lo que busco en una película es que me remueva el alma, que me haga desde su relato, confrontarme a mi realidad mas puta. No quiero embobarme con una linda foto ni con las faramallas visuales, patrañas son para mi, opio para mi absurdo gusto audiovisual, pero aquí el realizador, armado de una PD 150 es capaz de encaramarse a lo profundo de los sentimientos, destruirnos, que culpa tenía esa pobre mujer que sólo quería ayudar a su hijo, maldito seas Lars von trier!
El réquiem de su muerte, interpretado en el camino hacia su liberación es, en cada paso, un acercamiento a la pureza, a la des-humanización, a la reunión con lo propio sin que otro te lo arrebate.