Ha llegado el martes del terror, al menos para mi, porque se cumplen las 100 publicaciones de esta saga que iniciamos allá por no se cuándo y que hoy me deja con un tema menos para publicar cada martes en Editando.
Hoy es el turno de las imágenes generadas por computador, la idea número 100. A todos quienes seguían las publicaciones, se les agradece y les invito a compartir también con sus amigos en redes sociales, mientras busco un nuevo tópico para los martes en este humilde reducto audiovisual digital.
Idea n° 100 | Las imágenes por computador: De pantalla a pantalla
Los ordenadores permitieron que Yoda impartiera su sabiduría en las «precuelas» de Star Wars y que muchos personajes habitaran Sin City. Como las tecnologías son cada vez más sofisticadas, no se puede predecir a dónde llevará la revolución digital, aunque la mayoría de películas no utilizan efectos digitales.
John Whitney fue pionero en el uso de los computadores en el cine con animaciones abstractas como Lapis [1963-1966]; su hijo John Jr., ayudó a diseñar los principales efectos de Almas de Metal [Westworld, 1973], de Michael Crichton.
Sin embargo, los ordenadores no eran aún lo bastante potentes como para dar imágenes creíbles en el cine, y Hollywood tuvo que replantearse la situación después de los fracasos comerciales y de crítica de Tron [1982] y Starfighter: la aventura comienza, en 1984, que contenían el primer personaje generado por ordenador y los primeros efectos fotorrealistas, respectivamente.
Pero la caída de público a finales de la década de 1980 convenció a los estudios de que debían recurrir a las técnicas computarizadas si querían apartar a los jóvenes espectadores de delante de los ordenadores y las consolas de videojuegos. Los éxitos de Terminator 2: El Juicio Final [Terminator 2: Judgment Day], de James Cameron, y La Bella y la Bestia [Beauty and the Beast], de Disney [ambas de 1991], marcaron un importante cambio estético y económico.
Ningún aspecto del cine se ha visto más radicalmente alterado por la revolución digital que la animación, que ha experimentado una transformación dimensional desde Toy Story [1995], de Pixar. Además, la digitalización ha obligado a Hollywood a repensar su estrategia de las películas taquilleras con el fin de explotar al máximo los efectos digitales en las obras de ciencia ficción, fantasía y cómic.
El cambio también ha favorecido el aspecto económico. La contratación de extras, y su vestuario y caracterización es un costo que también puede reducirse llenando las escenas multitudinarias de figuras programadas con «inteligencia artificial» para que repitan las acciones apropiadas en secuencias aleatorias. Las escenas de riesgo también pueden ser más seguras si se utilizan dobles digitales, y momentos memorables del tipo del tiroteo en el tejado de Matrix [1999] pueden realzarse con manipulaciones temporales y espaciales como las del «efecto bala».
La tecnología digital puede asimismo prestar mayor autenticidad a los modelos y las miniaturas; en Gladiator [2000], de Ridley Scott, se utilizó un doble digital tras la muerte de Oliver Reed durante el rodaje.
A pesar de los avances en películas como Tron: Legacy [2010], la creación de humanos virtuales realistas aún tiene que perfeccionarse. Por otro lado, los efectos digitales han tenido consecuencias destacables en la interpretación.
Hoy en día, los actores trabajan a menudo ante los fondos verdes y lisos de los cromas, o deben llevar trajes para captar movimientos y así permitir a los artistas gráficos moldear seres míticos como Gollum, de la trilogía de El Señor de los Anillos. Muchos críticos se lamentan de que se dé tanta prioridad al espectáculo por encima del desarrollo de los personajes y del argumento.
Pero lo cierto es que a día de hoy los efectos especiales son capaces de sostener películas de manera tan eficaz como antes lo hacían los nombres conocidos, y a los estudios les conviene ahorrarse los salarios millonarios de las superestrellas.
Dado que los técnicos están sustituyendo a los autores, la perspectiva de una forma interactiva de entretenimiento virtual poco a poco reemplaza la tradicional forma contemplativa, es cosa de darse una vuelta por las multisalas de cine y corroborar cuáles son los actuales éxitos de taquilla.
Acá terminamos, pero recuerda que todas estas entradas están alojadas en nuestro sitio bajo la etiqueta 100 ideas que cambiaron el Cine. Siempre puedes volver a revisarlas una a una, es parte de una colección digital que esperamos acrecentar poco a poco.