Aunque el tintado de color, el virado y el troquelado se utilizaron ampliamente mucho después de 1895, los cineastas a menudo prefirieron trabajar en escala de frises. De hecho, siguen haciéndolo hoy en día con toda la tecnología disponible; lo cierto es que el blanco y negro ha sido mucho más que una simple ausencia de color.
Con más exposición, menos o más granulado y aunque parezca imposible un largo etc, luego del salto hacemos un recorrido por aquellas películas que hicieron gala de nuestro tan querido Blanco y Negro en la historia del Cine.
[En la imagen] Las películas pancromáticas de reacción rápida permitieron un mayor control sobre la luz artificial y natural en películas como «El Séptimo Cielo» de 1927.
Idea n° 33 | El eterno atractivo del blanco y negro
El blanco y negro clásico de Hollywood equilibraba los blancos, los negros y los grises, pero algunos estudios tenían estilos visuales distintivos. Así, la MGM y la RKO lograban un lustre perlado sobre exponiendo la película en la cámara y sub-revelando los negativos en el laboratorio para crear imágenes de bajo contraste que sacaban favorecidos a los actores.
Las secuencias celestiales de «A vida o muerte» en 1946, de Powell y Pressburguer, se rodaron en monocromía.
En la 20th Century Fox, se reducía la apertura para aumentar la profundidad de campo y lograr imágenes más nítidas. La Warner Bros optaba por un realismo con más grano que se adecuaba mejor a sus temas descarnados, mientras que la Universal tomó prestado el claroscuro de alto contraste del expresionismo alemán para su ciclo de terror de las décadas de 1930 y 1940, que tanto influyó en el cine negro.
Los premios de la academia a la mejor dirección de fotografía, se dividieron en las categorías de color y blanco y negro entre 1939 y 1966. De todas formas, la mayor parte de las películas de Hollywood siguieron siendo en blanco y negro hasta mediados de la década de 1950 debido a que la tecnología disponible era poco fiable o demasiado cara. La transición al color fue lenta en el resto de los países y sólo en parte por razones económicas.
Fueron necesarios más de 1.700 planos de efectos especiales en «Pleasantville» en 1998, para producir imágenes que contuvieran tanto color como blanco y negro.
La monocromía transmite menos información visual que el color. Por ello, los espectadores se distraen menos y se concentran más en el argumento, el diálogo y la psicología del personaje. Debido a su popularidad entre los cineastas de arte y ensayo, que prefieren comunicarse a través del tono, la composición y la puesta en escena, surgió el mito de que el blanco y negro era más autentico, serio y estéticamente válido que el color.
Sin embargo, la necesidad de vender largometrajes a la televisión, así como en video y DVD, propició un paso al color tan contundente que incluso películas que se habían rodado originalmente en monocromía se sometieron a procesos de coloreado para incrementar su potencial comercial.
Recreación del pasado con tecnología de punta: el color se extrajo digitalmente para lograr la monocromía en «La Cinta Blanca» de 2009.
A pesar del escándalo que supusieron en la década de 1980 las versiones coloreadas por ordenador de películas antiguas en blanco y negro pasando por alto la concepción artística del director, las versiones coloreadas siguieron estando de moda, y hasta furibundos críticos como Martin Scorsese pigmentaron imágenes [El aviador, The Aviator – 2004]. Lo cierto es que el blanco y negro se utiliza hoy en día a menudo para dar una sensación nostálgica, histórica, anacrónica o fantástica; y muchos han emulado «El Mago de Oz» en 1939 y «A vida o muerte» [A matter of life and death, 1946] utilizando el color y la monocromía para contrastar distintos momentos dentro de una película.
Aunque la digitalización ha facilitado la producción de películas híbridas como Pleasantville [1988], directores tales como Woody Allen [Manhattan, 1979], Aki Kaurismäki [Juha, 1999] y Jim Jarmush [Café y cigarrillos, Coffe and Cigarettes, 2003] han producido con regularidad películas sólo en blanco y negro. Sin embargo, es muy probable que las limitaciones que imponen los presupuestos obliguen a los que tengan visiones monocromáticas a seguir el ejemplo de Michael Haneke en «La Cinta Blanca» [Das Weisse Band, 2009], que rodó con película estándar y luego extrajo digitalmente el color en post producción.
Como cada semana, las 100 ideas que cambiaron el cine es un esfuerzo de este equipo por rescatar la historia y patrimonio de aquello que a la gran mayoría del mundo le transporta, el Cine. La próxima semana «Las técnicas para combinación de imágenes».
Saludos!