Los flashbacks permiten la representación cinemática de la historia, la memoria y la verdad subjetiva. Indicados con intertítulos, fundidos encadenados o cortes, su utilización permitió a los primeros cineastas introducir una complejidad estructural y psicológica que apreciaron enseguida los espectadores cada vez más sofisticados de la primera década del siglo XX, y que sigue apreciándose hoy en día.
Para este martes vamos con una más de las 100 ideas que cambiaron el Cine, para todos aquellos que no siempre tienen acceso a costosos libros, los editando boys y altruismo que nos caracteriza seguimos en nuestra cruzada. Lea, comente y por supuesto comparta después del salto!
Idea n° 58 | El Flashback: Confusión y enriquecimiento de la linealidad
A pesar de estar en desuso durante la mayor parte de la década de 1920, el flashback volvió en la década siguiente. Los guionistas de Hollywood se inspiraron en la literatura vanguardista y en los dramas radiofónicos para romper con las rígidas convenciones establecidas por las primeras películas habladas.
Los estilos favorecidos fueron el flashback externo, en el que tras mostrar un hecho de importancia capital en el comienzo de la película, la acción se retrotraía para delinear los precedentes, y el flashback personal, en el que un personaje recordaba o relataba una experiencia, o era empujado a recordar por un acontecimiento azaroso.
Muchos dramas sobre juicios se basaban en secuencias de flashback: este modo testimonial ha seguido siendo popular y refuerza la causalidad en películas como «Los sospechosos de siempre» en 1995 o «Quién quiere ser millonario« en 2008. Pero los flashbacks son mucho más que mecanismos narrativos convenientes o alternativas visuales a la verbalidad.
Además de manipular la historia y el tiempo, permiten facilitar la identificación del espectador y moldear la respuesta emocional al proporcionar información sobre la vida interior de un personaje. Al yuxtaponer acciones, ayudan a crear paralelismos, como en El Padrino, parte II de 1974. También pueden revelar información que hasta entonces se había obviado y generar suspenso al retrasar las consecuencias. Además, pueden confundir e inducir al error.
Aunque el término «narrataje» nunca se impuso, la mezcla de narrativa y montaje de Preston Sturges en su guión para «El poder y la gloria» [The power and the Glory, 1933] de William K. Howard, tuvo enorme influencia, como en el caso de «Ciudadano Kane» [1941], de Orson Welles, que emuló su utilización de la voz en off y de las perspectivas múltiples.
En el cine negro, también se hicieron populares los flashbacks de confesión e investigación después de Perdición [Double Indemnity, 1944], de Billy Wilder, y Forajidos [The Killers, 1946], de Robert Siodmak, respectivamente.
Oldboy – Flashback «acojonante»
La segunda película que forma parte de la trilogía de la venganza, tiene un flashback que simplemente te deja sin aliento. Si no ha visto la película, no se la contaré acá, pero sí estoy seguro, con esto se anima a verla completa.
Pero fue la flexibilidad de la técnica la que la hizo tan valiosa. Ejemplos célebres son los de Recuerda [Spellbound, 1945], con Alfred Hitchcock y Salvador Dalí flirteando con el psicoanálisis, o La huella de un recuerdo [The Locket, 1946], de John Brahm, donde se inserta un flashback dentro de otro que a su vez está dentro de otro.
También en 1946, Frank Capra experimentó con flashbacks hipotéticos en ¡Qué bello es vivir! y Gene Kelly y Stanley Donen demostraron el potencial cómico de elementos visuales previos que contradicen el contenido de audio en Cantando bajo la lluvia [1952], donde también se satirizaba sobre el entonces poco común concepto del flashforward.
Pánico en la escena [Stage Fright], de Alfred Hitchcock, y Rashomon [ambas en 1950], de Akira Kurosawa, mostraban que la cámara podía disimularse presentando una realidad subjetiva; este enfoque subversivo impulsó a innovadores como Alain Resnais a rescatar el flashback de sus funciones tópicas en «El año pasado en Marienbad» [1961], fascinante disquisición sobre el tiempo y la memoria.
LOST – Más flashback que tiempo presente
El flashback por supuesto no es privativo del cine como recurso narrativo. Prueba de esto lo dio la serie LOST que en su primera temporada era casi puro flashback y muy poco de presente. Había que presentar los personajes y contextualizar, supongo que era la mejor forma de hacerlo, no por nada batió records de audiencia.
A pesar de la actual reticencia a utilizar líneas temporales rotas en las películas del cine mayoritario, siguen apareciendo en superproducciones como Titanic [1997], de James Cameron, o animaciones de Disney como El planeta del tesoro [Treasure Planet, 2002]. Por otro lado, los flashbacks tienden a utilizarse de un modo muy imaginativo en películas independientes o de arte y ensayo como Pulp Fiction [1994], de Quentin Tarantino; Memento [2000], de Christopher Nolan; o Escondido [Caché, 2005], de Michael Haneke.